Lidia Ávila el golpe más duro
La China no es la misma mujer que hace siete años. Ella hizo un cambio en su carrera y se pasó al género grupero, donde fue muy bien aceptada por el público. Actuó en telenovelas y en teatro, grabó tres discos, se casó con su novio Paulo Lauria y tenía la ilusión de formar una familia con él. Desgraciadamente Sofía, la bebita que con tanto amor esperaron, murió por una complicación intestinal que la tuvo en estado grave desde el momento en que nació. Meses después, Lidia y su esposo decidieron separarse y hoy la vida de ella ha dado un giro de 180 grados. “Creo que hoy por hoy soy otra persona, me ha tocado vivir el golpe más fuerte que cualquier mujer puede vivir: la muerte de un hijo. A mí me enseñaron desde chiquita que iba a ver morir a mis abuelos, a mis padres, pero no a mis hijos. A veces la vida pone pruebas que uno no entiende y no hay respuestas. Ahora sí le doy la importancia que se merecen las cosas, antes me preocupaba por tonterías, como qué ropa me voy a poner para la foto o lloraba una semana si me salía un grano. Gracias a mi experiencia sé que hay dolores que jamás se olvidan, pero debes aprender a vivir con ellos. Bien dicen, si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes… el reencuentro de OV7 se planeó cuando yo acababa de quedar embarazada, entonces organicé todo eso en función a Sofía, que la traería conmigo a los ensayos con su nana o con mi mamá, pero justo sucedió su muerte y ahora tengo que cargar con eso, obviamente a veces sí me pesan los ensayos, pero no me puedo dejar caer”. ¿Por qué te separaste de tu marido? “Con Paulo, mi ex esposo, duré cinco años casada y dos más de novia, en total siete. Fue una relación padrísima, como la de cualquier pareja, con altas y bajas, pero después de ocho meses de la muerte de Sofía, decidimos que cada quien debía seguir su camino, sin embargo, no existe nada de lo que se ha especulado, nadie le pintó el cuerno a nadie, todo fue de mutuo acuerdo”. ¿Ahora cuál es tu prioridad en la vida? “Mi prioridad es ser feliz, ya sufrí tanto, ya lloré tanto”.
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