Liliana Sada nos presume a sus hijos
Desde el balcón en el segundo piso se escuchó una voz con acento regio "En un momento bajo", dijo Liliana vestida en una bata floreada. A los pocos minutos apareció Ernesto acompañado por Mini, uno de los dos perros yorkshire que siempre están cerca de ellos, incluso cuando viajan.
El reloj marcaba las 9:30 de la mañana y Julian, el hijo mayor de los Ibarra Sada, desayunaba un pan francés mientras platicaba con la diseñadora Carla del Regil, amiga de Liliana.
La señora de Ibarra bajó las escaleras de su casa de Las Brisas y poco después entró la nana con Ginger en brazos. La bebé, de nueve meses, no paraba de sonreír y aunque es muy pequeña ya se vislumbra su personalidad risueña, juguetona y más abierta que la de su hermano mayor, que tiene un carácter más reservado. Aún así ambos tienen una buena relación. "Se ríen todo el tiempo", nos comentó la orgullosa mamá.
Liliana y Ernesto quieren que Ginger estudie en el colegio Americano, al igual que su hermano, pues la ventaja que tiene es que si algún día quieren irse a vivir a Monterrey (de donde es Liliana), ellos podrán continuar su estudios en la misma escuela.
Cuando nació su primogénito, en diciembre de 2007, la hija de Federico Sada y Liliana Melo nos dijo que ellos siempre habían querido tener hijos y ahora que se han convertido en felices padres, ella se dedica en cuerpo y alma a sus pequeños: "Todo el día estoy con ellos".
Por su parte, Ernesto invierte parte del día en llevar adelante el Tequila Alacrán, que lanzaron en enero de este año, y que se ha convertido en uno de los preferidos; pero en cuanto puede regresa a su casa y pasa tiempo con sus hijos. Eso sí, los fines de semana son familiares, van al parque o a comer con los abuelos.
La pareja contrajo matrimonio el 23 de marzo de 2007 en una boda de tres días y en la que Paulina Rubio fue testigo, y ahora que se sienten plenos con sus dos hijos y por el momento no saben si tendrán un tercero.