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Ernestina Elías Calles: la reina del carnaval

Para el presidente mexicano, su hija representaba a la mujer de los ideales revolucionarios: la dama moderna que dejaba de estar en función del hogar y reclamaba su espacio en la sociedad.
mié 14 julio 2010 07:00 AM
Para el presidente mexicano, su hija representaba a la mujer de los ideales revolucionarios: la dama moderna que dejaba de estar en función del hogar y reclamaba su espacio en la sociedad.
Elías Calles Para el presidente mexicano, su hija representaba a la mujer de los ideales revolucionarios: la dama moderna que dejaba de estar en función del hogar y reclamaba su espacio en la sociedad. (Foto: Especial)

Cuando el presidente Plutarco Elías Calles se consolidó en el poder, inició una pugna en contra de la iglesia; quería cerrar todos los espacios para que la religión no interviniera en los asuntos del país. Como parte del aire secular que Calles quiso infundir en la sociedad, pidió al Ayuntamiento de la Ciudad de México que organizara un carnaval que se desvinculara de los festejos religiosos para convertirse en una exaltación de los valores cívicos posrevolucionarios, señala la investigadora María del Carmen Collado. Así, en febrero de 1926, la capital se puso de fiesta. El periódico El Universal imprimió planillas para que el público votara por la reina del carnaval y, “sorpresivamente”, los resultados dieron como ganadora a la hija de Calles, Ernestina. Para el presidente mexicano, Ernestina representaba a la mujer de los ideales revolucionarios: la dama moderna que dejaba de estar en función del hogar y reclamaba su espacio en la sociedad. Semanas después, Ernestina comentaba a la prensa estadounidense: “En México la mujer juega, fuma, baila charleston, maneja automóvil; se moderniza en otras formas. Las doncellas mexicanas de otros tiempos se asustaban de todo”. El mensaje era claro: el régimen de Calles quería proyectar, dentro como fuera del país, la idea de un México transformado que rompía los paradigmas del pasado y proponía nuevos valores culturales. Sin embargo, no todas las mujeres tenían los medios para lograr esta propuesta; para ser la reina del carnaval, había que ser hija del general Calles.

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