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BRAVO MÉXICO: Damián Alcázar: un gran chico

Este actor personificó dos extremos del entorno mexicano y hoy, en la nueva película de Felipe Cazals, retrata a `Chicogrande´, un héroe anónimo que defiende a toda costa a Pancho Villa.
mié 23 junio 2010 05:52 AM
Este actor personificó dos extremos del entorno mexicano y hoy, en la nueva película de Felipe Cazals, retrata a `Chicogrande´, un héroe anónimo que defiende a toda costa a Pancho Villa.
damian Este actor personificó dos extremos del entorno mexicano y hoy, en la nueva película de Felipe Cazals, retrata a `Chicogrande´, un héroe anónimo que defiende a toda costa a Pancho Villa. (Foto: Cortesía)

Recuerdo dos personajes entrañables del cine mexicano.

El primero, Juan Vargas, un político al que las buenas intenciones le duraron poco en La ley de Herodes; el segundo es el "padre Natalio", un sacerdote guerrillero al que excomulgaron por defender los derechos de los más necesitados en El crimen del padre Amaro.

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Damián Alcázar personificó ambos extremos del entorno mexicano y hoy, en la nueva película de Felipe Cazals, retrata a Chicogrande, un héroe anónimo que defiende a toda costa a Pancho Villa en el ocaso de su carrera revolucionaria.

Después de ver estas interpretaciones, me pregunté si estaba frente a uno de los mejores actores mexicanos de los últimos 20 años, pues a mi parecer se necesita más que una depurada capacidad histriónica para reflejar, así de bien, un contexto social como el nuestro.

Damián está encorvado. Observa. A pesar de ser 13 centímetros más bajo que yo, me mira a los ojos en todo momento. Impone. A ratos lanza una mirada resentida, a ratos una sonrisa que invita. Pero está encorvado, como cargando constantemente algo más grande que él.

-¿Estás contento con el resultado en pantalla de Chicogrande? -pregunto.

"Mucho. En lo personal, estoy muy contento por haber hecho la última película del maestro Cazals y haber aprendido mucho de él. Es alguien que te enseña, te guía, si cumples; si echas la flojera o te sientes estrellita, te manda directo a la... y con esas palabras".

Damián rechazó recientemente una oferta para trabajar en una película de Mel Gibson, donde interpretaría a un policía corrupto, pues para él, el tema del narco y la corrupción en México es más complejo y merece ser tratado así.

"Me cae bien Mel Gibson, pero hubiera querido que se retratara mejor lo que verdaderamente ocurre en las cárceles con el tema del narco. A los mexicanos los maltratan mucho y en la película no sucedía lo mismo con el preso estadounidense. Siempre son ellos los héroes".

-Hablando de héroes, ¿es Villa el gran héroe?

"No. Es uno de ellos. Zapata, Morelos y todos los Chicograndes héroes anónimos que sigue habiendo hoy día. Lydia Cacho, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas... Chicogrande sale de la ficción pero es el reflejo del luchador social comprometido que nadie conoció".

En principio, Chicogrande es la primera de seis películas que se estrenarán este año con motivo de los festejos del Bicentenario. Me pregunto si para Damián es en verdad un festejo. Me contesta que no, que es difícil festejar en nuestros tiempos, incluso piensa que no tendremos nada que celebrar durante este mes en el mundial. "Estaremos de regreso antes de lo que imaginas". Me quedo callado. Mi amor por el futbol y la esperanza en una buena actuación de nuestro equipo en el mundial me incitó a creerme 13 centímetros más alto que él.

–Eres un pesimista, Damián - le digo.

"Tengo esperanza. Soy iracundo contra la realidad porque creo que debería ser otra pero como no va a ser, entonces me doy mis topes contra la pared".

–¿Estas enojado?

"Mucho. Como tantos habitantes en este país".

Después de discutir el tema del mundial (como jugando al Javier Aguirre), me confesó que, a pesar de todo, sí tiene momentos felices: mientras está filmando, cuando está con su hijo o con su novia (quien constantemente le pide dejar esa ira y los fuertes comentarios a un lado), o con un buen amigo.

Alcázar tiene siete premios Ariel en su haber. Premio que, según cuenta, tiene absoluta credibilidad, pues son los poseedores de esta presea quienes fungen como jueces para definir a los futuros galardonados. Le pregunto sobre la polémica de hace unos años pues no consideraron la película Arráncame la vida en la entrega de premios. "Si a mí me preguntas, yo te diría que está bien narrada, pero nada más. Si fue un gran éxito, tiene que ver con publicidad, mercadotecnia y distribución", hace una pausa, "ni me acuerdo con qué películas compartía cartelera".

–¿No vas al cine? -le pregunto.

"Pocas veces tengo oportunidad. Normalmente las veo en DVD y casi siempre piratas".

Poco a poco fui contestándome por qué Damián representaba tan bien esos personajes, ese entorno. Para que no quedara duda, él me lo explicó muy claramente: "Me hubiera encantado ser como Tin-Tan, tener su gracia, o el carisma de Pedro Infante, pero no".

–Entonces, ¿qué tienes? -cuestiono.

"Me tengo a mí mismo y hago lo posible. Quiero ser espejo, ver a mi gente y plasmarla en mis personajes, eso sí".

Es evidente que Damián no es aquel político corrupto de La ley de Herodes, pero tampoco se la creo de héroe -de Chicogrande-; la inmensidad truncada por su espalda cansada y que lo transporta hacia el 1.68 lo mantiene únicamente como un chico, grande. Me quedo con el padre Natalio: defensor, iracundo, rebelde, noble, incansable. A lo anterior, Alcázar me contestó con una gran sonrisa: "Quizá porque no he agarrado las armas porque, cuando me anime, vas a decir: ‘Ah cabrón, ¡sí era Chicogrande!'".

Sus Arieles

Coactuación masculina en Lolo (1994).

Coactuación masculina en El anzuelo (1996).

Mejor actor en Bajo California, el límite del tiempo (1999).

Mejor actor en La ley de Herodes (2000).

Coactuación masculina en El crimen del padre Amaro (2003).

Mejor actor en Las vueltas del citrillo (2006).

Mejor actor en Crónicas (2007).

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