Conoce el yate de Chayanne
Aunque había sido una semana especialmente fría en Miami, el sábado que el equipo de la revista Quién se reunió para la entrevista y sesión de fotos para la portada con Chayanne, el sol salió por todo lo alto en Fisher Island. En este exclusivo lugar de Miami, el cantante boricua guarda celosamente su juguete favorito: un bote modelo Sea Ray Sundancer que, a decir del artista, trata de usar los pocos días que tiene tranquilos durante el año, porque cuando se encuentra a bordo puede sentir la paz, se distrae y, sobre todo, tiene contacto con la naturaleza. Luego de tres divertidas horas de shooting, Elmer Figueroa Arce se acomodó en la sala del yate para platicarnos por qué considera éste un lugar especial. “Es un escape. Algo bien privado. Yo soy muy conservador en muchas cosas a nivel personal, sobre todo con mi familia, y aquí encuentro un lugarcito muy íntimo para mí, para los míos”. Por desgracia para muchas fans, el cantante de 41 años está casado desde 1992 con la venezolana Marilisa Maronesse, un par de años menor que él. Ambos tienen dos hijos: Lorenzo Valentino, de 12 años, e Isadora Sofía, de nueve.
Su amor por el mar Sentado en los sillones de piel a Chayanne se le ilumina la mirada cuando habla del mar, pero todavía más cuando habla de sus recuerdos de la infancia: “Vengo de Puerto Rico, que es una isla bellísima donde tenemos agua del caribe, donde mis padres me llevaban a jugar.” “Jugaba mucho con mi papá (Quintino Figueroa), tengo unos recuerdos maravillosos de mi madre (Irma Luz Arce) dándonos tanto cariño, siempre buscando distracciones para nosotros”. De ese pasado nació el amor por el océano: “Desde que pude me compré un jet ski, luego un jet boat, más adelante un botecito más grande, pero siempre buscando la oportunidad de estar cerca del mar”.
El intérprete de “Tu pirata soy yo” es el propio capitán de su yate. Cuenta que desde siempre estuvo cerca de los expertos para aprenderles cómo llevar el timón. Además enfatiza que ha tomado varios cursos, puesto que es importante saber qué hacer en casos de emergencia: “Me han tocado olas de ocho o diez pies. Es peligrosísimo. Cuando uno entra en la ola, es una situación impredecible y siempre hay que estar preparado”. Placeres sobre las olas Entre las cosas que no pueden faltar en el yate de Chayanne –del cual se reserva el nombre– primordialmente están los canapés y cositas para picar: “Salmoncito preparado, jamoncito, dips de mariscos, cosas sencillas pero que disfrutas una barbaridad” dice el puertorriqueño mientras se le hace agua la boca. Con lo que respecta a la música, en su bote tiene un sistema de radio para escuchar desde reggae hasta música de los ochenta; además trae sus discos de Black Eyed Peas, Sade, Chambao y otros más.
El cantante, quien un par de días antes de la entrevista fue merecedor de un reconocimiento a la excelencia artística en los Premios Lo Nuestro, dijo disfrutar todo en ese barco. “Soy mi capitán, entonces disfruto de prender el panel, ver que todo esté funcionando bien. Me gusta navegarlo y cuando estoy anclado disfruto el movimiento de las olas. Es mi armonía, mi hogar, mi nido”. Su más reciente álbum No hay imposibles, bajo la producción de Javier Díaz, antes de salir al mercado pasó por este refugio. “Muchas de las canciones venía a escucharlas al barco, venía con amistades, con el productor, pero no como un lugar de trabajo. Fue algo espontáneo”. Con el éxito a bordo Por todos es conocido que en sus casi 30 años de carrera, Chayanne ha llevado una trayectoria sin escándalos. A pregunta expresa de ¿quién le ha ayudado a navegar en el barco de su vida? contesta: “Mi madre, mi padre, mis hermanos, mi familia, las amistades que me desean lo mejor cuando voy por una alfombra roja, cuando estoy en un escenario, cuando haga lo que haga me dan energía positiva. También tengo gente que lleva trabajando más de 20 años conmigo. El destino de mi barco es la vida”.