El nuevo príncipe Harry

Hasta ahora sólo se había visto a Harry vistiendo un uniforme nazi, haciendo comentarios despectivos hacia los árabes, saliendo de exclusivos clubs nocturnos pasadito de copas, fumando marihuana, tocando los pechos de una amiga en evidente estado de ebriedad, haciendo bromas sobre su abuela, la reina Isabel II, en un video casero, y la lista podría seguir...

Pero esta vez Harry sorprendió gratamente a todos sus conciudadanos. El príncipe viajó por tres días a Barbados, donde visitó el Hospital Reina Elisabeth II y además participó en un torneo de polo, aunque por supuesto, el hijo de Diana (q.e.p.d.) no niega "la cruz de su parroquia". El viaje se produjo mientras su hermano Guillermo realizaba otra visita a Australia.

De hecho, es bien sabido el interés del príncipe Harry por involucrarse en causas sociales; para ejemplo, el partido de polo a beneficencia –The Sentebale Polo Cup– que organiza la fundación Sentebale, que él fundó en 2006, cuyas ganancias se destinarán en favor de la infancia vulnerable que habita Lesotho.

Dentro de su visita se entrevistó con las autoridades de la zona, con el Gobernador General, Sir Clifford Husbands, en la capital, Bridgetown, y participar en un par de fiestas, también de beneficencia.

Harry estuvo invitado a la fiesta que se realizó en el Museo Nacional, donde estará el príncipe Seeiso del reino de Lesotho, y a una cena que tiene como objetivo recaudar fondos para la reconstrucción de Haití.