Rania de Jordania brilla en San Remo
La reina Rania de Jordania se presentó radiante –y, como siempre, súper elegante– en el escenario en el teatro Ariston de San Remo, Italia, en donde la esperaba la cantante Antonella Clerici, quien le dio la bienvenida a la segunda jornada del LX Festival de la Canción Italiana de Sanremo, que tras su primera noche dejó atrás al príncipe Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia. El también conocido por los italianos como "príncipe-bailarín" por su participación en el concurso de baile televisivo "Ballando con le stelle" ("Bailando con las estrellas"), no puede este miércoles compartir escenario con la reina jordana, que llega como invitada especial al certamen de la popular localidad costera del extremo noroccidental de Italia. Tras el paso por el Teatro Ariston de la cantante británica Susan Boyle ayer, Rania de Jordania y la actriz estadounidense de ascendencia dominicana Michelle Rodríguez, protagonista del filme "Avatar", aportan hoy su dosis de "glamour" a una cita musical en la que este año las canciones participantes quedan en un segundo plano. Las bailarinas del "Moulin Rouge" parisino son además otro de los grandes atractivos para una segunda jornada de música en la que sólo quedan en la competición de la máxima categoría doce de los quince temas, y que parte con dos cantantes como máximos favoritos: Marco Mengoni y Valerio Scanu, ambos salidos de concursos televisivos de nuevos talentos musicales. Una de las tres canciones eliminadas a la primera de cambio es "Italia, amore mio" ("Italia, amor mío"), tema que proponía el príncipe Manuel Filiberto junto al tenor italiano Luca Canonici y el músico Pupo, con una puesta en escena sobria pero muy sentida que fue contestada por parte del público de Sanremo. La actuación del trío fue la más polémica de la primera noche, no ya sólo por la presencia del controvertido y mediático nieto del último rey de Italia, Humberto II, sino también por el contenido de la letra de su tema, en el que habla de su infancia, cuando deseaba, desde el exilio, abrazar a ese país al que no podía entrar a pesar de "no haber hecho nada". La letra es una clara alusión al amor que Manuel Filiberto dice profesar por Italia, país al que pudo regresar en 2002 después de que el Parlamento eliminara el artículo de la Constitución de 1948 que prohibía pisar territorio italiano a los varones de la familia Saboya, tras el referéndum de 1946 en el que se proclamó la República y les obligó al exilio. Su actuación, que no contó con el beneplácito del jurado del Festival, fue además contestada con abucheos y algún silbido, lo que hacía ya presagiar que la canción del príncipe no pasaría el primer corte, aunque aún puede volver a entrar en concurso, pues el viernes habrá una repesca de dos temas. Otra de las sorpresas de la primera noche fue la eliminación de Toto Cutugno, una de las históricas voces italianas y ganador del Festival de Eurovisión de 1990 en Zagreb, y que en esta ocasión participaba con el tema "Aeroplani" ("Aeroplanos"). En unas declaraciones recogidas por los medios de comunicación, Cutugno expresó hoy su malestar por la eliminación: "Me he quedado mal, sería hipocresía decir lo contrario. Pero me lo he tomado con dignidad y he deseado lo mejor los chicos", dijo. En su primera gala, Sanremo logró un gran éxito de audiencia, con un 45,29 por ciento del "share", en una noche en la que competía con el encuentro de Liga de Campeones entre Milán y Manchester United