La transformación de Beyoncé
La cantante ha mejorado bastante a través de los años en cuanto a imagen y también en su silueta.
En los inicios de su carrera, cuando formaba parte del grupo Destiny’s Child, lucia un cuerpo más “llenito”, y su vestimenta era mucho mas extravagante, desde los cortes hasta los colores, que variaban entre tonalidades rojas, naranjas y amarillas brillantes. Su pelo era demasiado falso en cuanto al color se refiere y el peinado no era el más adecuado.
Quien se encargaba de su imagen en ese momento, así como la de las otras dos mujeres del grupo, era la madre de la cantante, originaria de Houston, Texas.
Con el transcurso de los años y conforme el trío ganaba más fama, su imagen se volvió mas sofisticada: el pelo cambió a un favorecedor dorado con mechones miel, a veces lacio. Su figura, más delgada, pero sobre todo, más tonificada, producto de riguroso ejercicio. Cabe mencionar que los puntos débiles de la cantante son sus piernas y caderas, que por su tamaño, hacen que ciertos diseños se vean desproporcionados.
Ahora, y después del trabajo con diferentes entrenadores personales, así como dietas, Beyoncé ha mejorado notablemente su figura, llegando a lucirla incluso en bikini muy orgullosa y sin complejos.
Su vestuario se ha tornado más sofisticado y menos exagerado, sin embargo sigue empeñaada en usar vestidos demasiado cortos y entallados, algo que no le favorece puesto que resalta justamente sus zonas “problema”.
Otro desacierto de la cantante: en su actuación en la entrega de los premios Grammy lució un vestido nada favorecedor y bailó de una forma poco sexy, rayando en lo grotesco, contrastando con la imagen sofisticada y elegante que por lo general maneja. Llegó a ser objeto de burla en varios talk shows de la televisión americana.
Tal vez sea momento de dejar descansar al público y manejar un poco de misterio, ya que su imagen se puede considerar algo sobre expuesta.