Inauguran en Dubai rascacielos más alto del mundo
Dubai inauguró este lunes el edificio más alto del mundo, con la esperanza de alejar la atención internacional de la profunda crisis financiera del emirato del Golfo Pérsico y reencender el optimismo que alimentó su crecimiento turbocargado. Los creadores del edificio decidieron guardar la altura final del edificio en secreto. Sólo se sabe que tiene más de 800 metros (2,625 pies), eclipsando desde hace tiempo a su más inmediata rival, la Taipei 101 en Taiwán. Miles de habitantes y turistas atestaron los alrededores de la torre de 800 metros de alto y que tiene 164 pisos. El gobernante hereditario del emirato de Dubai develó una placa ubicada en la base del rascacielos, dando comienzo a los festejos que incluyeron danzas tradicionales del Golfo Pérsico y paracaidistas que aterrizaron cerca de la base del edificio, con equipos con los colores de los Emiratos Arabes Unidos. Por su parte, la Agencia de Noticias de los Emiratos informó que el edifico más grande de Dubai fue renombrado como Burj Jalifa, que en lengua arábiga significa Torre Jalifa, en honor de presidente de los Emiratos Arabes Unidos, Jalifa bin Zayed Al Nahayan. Además la torre cuenta con el mayor número de pisos, 164, y el mayor índice de ocupación que cualquier otra del mundo. Su terraza de observación, en el piso 124, es también un récord. El presidente de la empresa de construcción dijo que la torre de acero y cristal de forma espiral y denominada como "ciudad vertical" y que incluye apartamentos de lujo y oficinas, tuvo un costo de mil 500 millones de dólares. La construcción alberga cuatro piscinas, una biblioteca privada y un hotel que fue diseñado por Giorgio Armani. El gobernante de Dubai inauguró la torre, de acero y vidrio el lunes por la noche en una ceremonia en la que también se celebró su cuarto año desde su ascenso al poder. Las medidas se seguridad fueron extremadas. La prensa local había citado al general Mohammed Eid al-Mansouri, director de los servicios de emergencia de la policía de Dubai, quien dijo que más de 1.000 agentes, entre ellos de civil y tiradores de elite, serían emplazados para garantizar la normalidad durante la inauguración. El rascacielos fue inaugurado en medio de una grave crisis financiera para la ciudad estado, uno de los siete pequeños reinos que conforman los Emiratos Arabes Unidos. Hace apenas unos años, Dubai no era más que una soñolienta población pesquera pero se convirtió en las últimas dos décadas en un centro comercial de gran importancia para el Medio Oriente gracias a sus políticas promotoras del comercio, su seguridad relativa, así como a las grandes inversiones extranjeras. Sin embargo, el precio de las propiedades en algunos sectores del emirato, que eran populares entre los clientes extranjeros, se derrumbaron a casi la mitad en el último año, y muchas firmas que pertenecían al gobierno se vieron en dificultades para pagar sus enormes deudas. Por ello, Dubai tuvo que acudir a su vecino más rico y capital de los Emiratos, Abu Dhabi, para obtener créditos de rescate por 25.000 millones de dólares en 2009 y con ello poder cubrir las deudas acumuladas por una red de empresas relacionadas con el gobierno de Dubai. Ahora Dubai está sumida en deudas y muchos de sus edificios están vacíos, como resultado de la burbuja de las propiedades que finalmente reventó. La empresa que desarrolló del rascacielos, Emaar, también tiene una participación gubernamental, pero no es de las compañías que recibieron dinero para rescatarlas de sus deudas.