Jude Law incómodamente sexy
Pobre Dr. Watson. Siempre en segundo lugar, nunca el astro.
Jude Law espera rectificar esa situación con su carismática actuación junto a Robert Downey Jr. en "Sherlock Holmes", que hace de la mano derecha del detective un apuesto héroe de acción. Lo único es que no está muy cómodo con su nuevo apodo: "Hotson" (Hot, en inglés, sería en este caso sexy, atractivo)
"Sólo me veía atractivo porque llevaba esos trajes gruesos de tweed, enormes abrigos, sombrero y guantes", dijo Law, desviando el elogio. "Siempre era el que sudaba en el plató".
Law enfatiza que la versión de Watson en este filme — un elegante veterano del ejército con buen ojo para las mujeres — se basa firmemente en las historias del siglo XIX de Sir Arthur Conan Doyle. El director Guy Ritchie quiso darle al relato un toque del siglo XIX pero se mantuvo apegado al material original.
"Hay una referencia en uno de los libros de que Watson era muy popular entre las mujeres", dijo Law. "Así que concuerda".
Lejos de ser el torpe presentado en las películas clásicas de Holmes, Watson es un antagonista y un igual del detective y su relación pendenciera le da al filme una gran dosis de humor.
"Tan pronto supe que Guy y Robert estaban involucrados, tenía claro que habría una revaluación de la muy conocida dinámica del dúo", dijo Law contento y relajado durante una entrevista para promocionar la película, que se estrena alrededor del mundo esta semana.
"Estuvimos mucho más interesados en crear este igual de dos mitades, ambos con defectos y ambos tratando de aguantar vivir el uno con el otro, ambos en cierto modo adorándose el uno al otro pero también odiándose".
Law, de 36 años, ha tenido un año memorable en el que arrancó elogios de la crítica interpretando "Hamlet" en el West End de Londres y Broadway, y haciendo noticia por tener un hijo producto de una breve relación con la modelo Samantha Burke.
El actor dijo que aún estaba "un poco neurótico" tras ocho meses de "Hamlet", "una de las experiencias más extraordinarias en mi vida".
Conocer a los espectadores de Broadway le recordó que interactuar con el público puede ser placentero. Evitar a los paparazzi es más que una lata, pero afirma que no deja que eso lo detenga.
"Uno simplemente vive como corresponde", dijo Law. "Se aprenden caminos alternos para un montón de lugares. El glamour es entrar por la cocina, saltar la cerca trasera".