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La infanta Elena se divorcia

La hija mayor de los reyes de España firmó este miércoles el divorcio con Jaime de Marichalar tras 14 años de matrimonio y unos dos años de separación.
jue 26 noviembre 2009 06:00 AM
La hija mayor de los reyes de España firmó este miércoles el divorcio con Jaime de Marichalar tras 14 años de matrimonio y unos dos años de separación.
Duques de Lugo La hija mayor de los reyes de España firmó este miércoles el divorcio con Jaime de Marichalar tras 14 años de matrimonio y unos dos años de separación. (Foto: AP)
La pareja firmó el documento legal del divorcio "de mutuo acuerdo".
La pareja firmó el documento legal del divorcio "de mutuo acuerdo".

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La infanta Elena de Borbón, hija mayor de los reyes de España, firmó el divorcio con Jaime de Marichalar tras 14 años de matrimonio, y unos dos años de separación y acuerdo mutuo para divorciarse, reportaron ayer medios españoles. Los abogados de los duques de Lugo, título que les concedió el rey cuando se casaron en Sevilla el 18 de marzo de 1995, explicaron en un comunicado que ambos firmaron el documento legal del divorcio "de mutuo acuerdo". En el comunicado, se hace patente "el afecto y consideración que por Don Jaime siente la Familia de su Alteza Real la Infanta, como ha sido así a lo largo de éstos últimos dos años". Asimismo, se explica que Elena y Marichalar "mantienen una fluida interlocución en todo lo referente al interés común de los hijos" Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.

Desde que hace dos años doña Elena abandonó el domicilio conyugal con sus dos hijos -Felipe, de 11 años, y Victoria, de 9- para vivir primero en un pequeño chalet prestado en la colonia Fuente del Berro de Madrid y luego en un piso adquirido por ella en el barrio del Niño Jesús, cerca del parque del Retiro, nunca se vio el mínimo atisbo de una posible reconciliación. La hija mayor de los reyes de España estaba muy segura del paso que había dado al comunicar a sus padres su deseo de separarse. Don Juan Carlos y doña Sofía aconsejaron a su hija que abriera, no obstante, un periodo de reflexión antes de pedir el divorcio. Fue la Reina quien más insistió en ello y quien en un principio más contraria se mostró a la separación, recordando a su hija sus deberes como miembro de una familia real. Doña Sofía tampoco ha ocultado nunca su cariño por Jaime de Marichalar y su deseo de que se produjera una reconciliación. El Rey se mostró, aunque disgustado, más comprensivo con los deseos de su hija y entendió que, en el siglo XXI, cuando las diferencias en las parejas surgen, lo mejor es separarse y no aparentar lo que no se es. En la actualidad, la infanta Elena es titular de Proyectos Culturales y Sociales de la Fundación de la aseguradora Mapfre y participa en muchas actividades de corte educativo y cultural.

Además, se preocupa por las actividades deportivas de los discapacitados y es presidenta de Honor del Comité Paralímpico Español, a los que ha apoyado en los Juegos de Barcelona, Atlanta, Sidney, Atenas y Pekín. Marichalar se queda con la casa y sin título El rey de España concedió a su hija mayor, doña Elena, y a su esposo, Jaime de Marichalar, el título de duques de Lugo. Ahora, tras el divorcio, Marichalar pierde el título nobiliario que, según ha informado la Casa del Rey, don Juan Carlos otorgó a su hija por su matrimonio y que tampoco es hereditario. En idéntica situación la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín recibieron el ducado de Palma de Mallorca. En los meses de dura negociación para alcanzar el convenio regulador anunciado ayer, se habló de que Marichalar había intentado retener el ducado. Fuentes de la familia Marichalar han precisado que este extremo no es cierto y que don Jaime está orgulloso de llevar "sólo su apellido". La infanta Elena se casó en régimen de separación de bienes, como todos los miembros de la familia real. El piso en el que vivía la hija mayor de los reyes de España con su marido e hijos durante los últimos años de matrimonio es de Marichalar, que lo adquirió con el dinero de una herencia millonaria que recibió de una tía. Es probable, sin embargo, que en el acuerdo de divorcio don Jaime se haya comprometido a pasar una pensión a sus dos hijos menores. En el comunicado de los abogados de doña Elena y de Marichalar no se hace referencia a que la pareja tenga intención de solicitar la nulidad de su matrimonio. Sin embargo, algunas fuentes aseguran que la Infanta podría haber iniciado ya los trámites previos de la nulidad eclesiástica, que es la situación a la que aspira "como católica y miembro de la familia real". Si así fuera, el proceso sería tramitado en el Vaticano, porque como hija de un rey la ley así lo requiere. Carolina de Mónaco, que se acogió a esta fórmula, tardó 14 años para que el Papa anulara su matrimonio con el playboy francés Philippe Junot. Con información de elpais.com

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