El Helénico se llena de celebridades
Justo a la par de la discusión sobre el desgaste del sistema capitalista en el mundo, el director Francisco Franco decidió llevar al teatro Todos eran mis hijos , un melodrama que describe la "podredumbre" del capitalismo y las mentiras de familia.
All my sons (título en inglés), es un clásico del dramaturgo y guionista estadounidense Arthur Miller (1915-2005), que inicia hoy temporada en el Teatro Helénico de Conaculta y cuenta con un gran elenco conformado por Diana Bracho, Fernando Luján, Silvia Navarro , Osvaldo Benavides, Miguel Pizarro, Alpha Acosta, Martín Altomaro, María Aura y Mario Loría.
En la obra, Miller hace una dura crítica al sueño americano a la vez que aborda el conflicto moral de un hombre entre la responsabilidad con su familia y con la sociedad, la guerra como medio para el enriquecimiento de unos cuantos, la corrupción, el amor y la muerte.
La trama retrata la vida aparentemente feliz y próspera de la familia Keller, cuyo patriarca, Joe (Fernando Luján), un exitoso hombre de negocios, ha hecho una fortuna vendiendo piezas de aviones al gobierno de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
"Es un texto que sigue muy vivo porque habla de la gestación del capitalismo más brutal desde su núcleo esencial, que es la familia, entonces nos cuenta una gran historia familiar al mismo tiempo que disecciona los cimientos de un capitalismo bestial que él anuncia nos va a llevar a una fuerte crisis, y justamente en estos momentos de la historia vemos lo que ha sucedido y nos damos cuenta de la gran visión de Miller", asegura el director de la obra, Francisco Franco.
La actriz Diana Bracho interpreta a una madre de familia que defiende ante todo la supuesta integridad de los suyos: "Es un personaje muy interesante porque es la típica mujer norteamericana de los años 40 y 50, defensora del marido a ultranza y que justifica los medios para llegar a un fin, pero finalmente la verdad es más fuerte y termina prácticamente destruida", dice la primera actriz.
Por otra parte Fernando Luján señala que aunque está inscrita en una época muy concreta de la historia norteamericana, se trata de una obra absolutamente vigente porque habla de cosas muy profundas, de cómo los seres humanos nos ocultamos la verdad todo el tiempo en aras de algo que pensamos que es mejor.
"Arthur Miller siempre va a ser un autor muy contemporáneo, porque los problemas que aborda son de las sociedades de todos los tiempos. Es una obra en la que hay que estar muy concentrado, como actor no te puedes distraer ni un segundo, hay que estar hablando con todo el mundo, ese fue el reto para nosotros", consideró Luján.
La temporada de Todos eran mis hijos inicia hoy y las funciones son los viernes a las 19:00 y 21:15 horas; sábados 18:00 y 20:30 horas; y domingos 17:30 y 19:45 horas, en el Teatro Helénico de Conaculta, ubicado en Avenida Revolución 1500, San Ángel.