Sarah Ferguson llega a los 50 años

La ex duquesa de York, Sarah Ferguson, conocida por sus trabajos de caridad y comerciales, celebrará su cumpleaños 50, rodeada de familiares y amigos, incluidas sus hijas las princesas Beatriz y Eugenia y su ex marido, Príncipe Andrés, Duque de York. "Fergie", como la llaman cariñosamente, tiene problemas financieros, por lo que no podrá festejar su onomástico con 300 invitados en el Royal Lodge en Windsor, sino con una fiesta más pequeña. Aunque se informó que Sarah no deja de acumular deudas, pues conforme pasa el tiempo, debe más de 25 mil euros; además, la empresa que tiene en Nueva York, junto a su millonario amigo Todd Morley, ha cerrado sus puertas con alrededor de un millón de euros en deudas. La ex esposa del príncipe Andrés, Sarah Margaret Ferguson, nació el 15 de octubre de 1959 en Londres, Reino Unido, y aunque distaba de pertenecer a la familia real por su condición social, conocía muy bien a sus miembros. Su padre, Ronald Ferguson, era el entrenador de polo de Felipe, duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, y de su hijo el príncipe Carlos, por lo que ella aprovechaba los momentos en que su papá estaba ocupado para jugar con el príncipe Andrés, que tenía su misma edad. Tiempo después consiguió un modesto empleo y vivió sola en una habitación que alquilaba por 30 libras a la semana; pese a que estaba llena de deudas mantenía relaciones con la alta sociedad. La pasión de Andrés y ella por los caballos los llevó a reencontrarse; en 1985 fue invitada a la famosa carrera real de Asot, donde saludó al príncipe, quien reconoció a su amiga de la infancia y al poco tiempo comenzaron a salir juntos. Sin embargo, el romance entre Sarah y el Príncipe Andrés comenzó después de que Diana, Princesa de Gales, planeó un encuentro entre los dos e incentivó la relación entre ambos. Un año después, el 19 de marzo, Andrés y su novia plebeya anunciaron su compromiso; los periódicos señalaron que ella había vivido en unión libre con su antiguo novio, el famoso corredor de autos Paddy McNally, pero nadie se incomodó con el dato.La pareja se casó el 23 de julio de 1986 en la Abadía de Westminster, y más de 500 millones de personas a nivel mundial siguieron el desarrollo de la ceremonia a través de la televisión. Minutos antes de la boda, el novio fue investido como duque de York, y, como parte del ritual del matrimonio, Sarah automáticamente ganó el título de Su Alteza Real La Duquesa de York. En 1992, el matrimonio ya tenía problemas, pues a pesar de haber sido feliz a finales de los 80, ya no se entendían. Andrés estaba alejado a causa de los deberes reales y navales, Sarah era vista en compañía de otros hombres, entre ellos el millonario Steve Wyatt, de Texas. La prensa británica se dedicó a criticar la ropa, cabello alborotado, el peso que iba ganando y hasta la expansiva personalidad de la duquesa. Otro escándalo se suscitó cuando aceptó unirse al grupo de personalidades que posaron sin ropa en aras de ayudar a una institución creada por Elton John para combatir el Sida. Ferguson apareció con joyas de Cartier estratégicamente ubicadas en su cuerpo y con unos zapatos de tacón alto, diseñados por Jimmy Chop. En 1996, se divorció del duque, desde ese momento se le llama La Duquesa de York, sin el prefijo "Su Alteza Real". Ella continuó subiendo de peso y en muchos tabloides donde la llamaban "Duchess of Pork" (Duquesa de puerco). Sarah dejó la elegante residencia de 12 recámaras que aún compartía con Andrés para trasladarse a un modesto departamento de cuatro habitaciones junto a sus hijas Beatriz y Eugenia. En 2007, Ferguson se opuso a que el mayordomo de Lady Di publicara un libro de intimidades de la fallecida princesa. Mientras tanto, apoya proyectos que benefician a instituciones de caridad, realiza campañas contra el sobrepeso y publica libros para niños. El año pasado sacó a la venta en Estados Unidos su libro infantil, "Tea for Ruby". Además dio a conocer que sufre de continuas depresiones porque está "