Rania de Jordania Makeover real
Dicen que la década de los 80 a nadie le sentó bien y Rania no fue la excepción. Nacida en Kuwait el 31 de agosto de 1970, de padres palestinos, luego de graduarse en Administración de empresas de la American University, en El Cairo, en 1991, decidió hacerse un retoque en la nariz, mentón y barbilla. ¡Uf! Justo a tiempo porque mientras esta cenicienta trabajaba en Apple -también lo hizo en Citigroup- conoció a su príncipe azul en enero de 1993.
El encuentro romántico se dio en una cena entre amigos a la que tanto ella como el entonces príncipe Abdalá de Jordania estaban invitados. Fue amor a primera vista, pues en marzo anunciaron su compromiso matrimonial y el 10 de junio de ese mismo año se casaron.
Seguramente la nariz aguileña de Rania no hubiera conquistado al entonces príncipe, pero el cambio de look dejó flechado a este noble. La futura princesa además tiñó su cabello y cambió el pelo rubio con raíces de 10 centímetros por un castaño natural con reflejos color caoba que, en definitiva, le sienta bien. También la forma y cantidad de sus cejas le proporcionan un gesto más dulce en sus facciones.
Actualmente Rania se atiende con el doctor iraní Christian Chams, quien la ve en su consultorio de París para inyectarle antioxidantes que rejuvenecen la piel, los cuales no son dolorosos ni dejan hinchazón. Con lo anterior, Rania, una de las mujeres más admiradas del mundo, demuestra a todos que cualquier mujer, con buen gusto y con la ayuda de la tecnología estética actual, puede lucir atractiva.