Winehouse acude a tribunal por golpear a fan
Amy Winehouse negó el jueves en un tribunal de Londres haber golpeado a una admiradora que le había pedido fotografiarla. Por el contrario, señaló que se sintió intimidada por la supuesta víctima y reclamó que era muy bajita para haber podido golpearla en la cara.
Winehouse enfrenta un juicio por agresión a otro invitado en un baile de caridad en septiembre pasado. La bailarina Sherene Flash asegura que la cantante de 25 años le pegó en la cara luego de que le pidiera tomarle una foto, una vez concluida la actividad en la Plaza Berkeley de Londres.
Winehouse le dijo al juez de distrito Timothy Workman que "5 pies y dos pulgadas y media o cinco pies, tres pulgadas" (cerca de 1,6 metros) era una estatura muy baja como para haber podido alcanzar la cara de Flash.
"Mi cabello no hace ninguna diferencia", declaró la cantante, quien llevaba su ya tradicional peinado alto como un panal de abejas.
Winehouse, conocida tanto por su estilo de vida caótico como por su música soul, llegó a la corte de la ciudad de Westminster vistiendo un traje sastre de falda, color gris con unas casi imperceptibles rayas blancas y un collar de perlas.
Winehouse, a quien le otorgaron el divorcio hace una semana de su esposo Blake Fielder-Civil, se identificó en la audiencia como Amy Jade Civil. Estuvo sentada tranquilamente y tomó algunas notas mientras los fiscales presentaban el caso en su contra.
Se le vio aparentemente relajada y saludable cuando se paró en el estrado y negó haber golpeado a Flash. Dijo que se sintió intimidada e irritada cuando Flash "se abalanzó sobre mí y puso su brazo alrededor mío" y que su intención solo fue empujar el brazo de la mujer lejos de ella.
"Yo la empujé, como para ahuyentarla. Quería alejarla de mí", declaró Winehouse. "Fue más una indicación de 'déjame en paz, me asustas”.
"Quise simplemente alejarla de mí. Estaba asustada. Pensé, la gente está un poco loca en estos días, la gente es simplemente grosera y loca, o la gente no puede con sus tragos".
Winehouse salió del área de testigos para enseñarle a Workman sus zapatos, que según afirmó eran similares a los que llevaba la noche de la supuesta agresión.
"Estos son realmente planos. Ni siquiera tienen suela", indicó.
Al preguntarle sobre su estilo de vida de celebridad, Winehouse --quien tenía una docena de fotógrafos alrededor suyo cuando en el receso de almuerzo salió para fumarse un cigarrillo-- negó que se creyera una diva.
"No soy así. No soy una Jennifer López: 'pinten el cuarto de blanco antes de que llegue y quiero cinco bouquets de azucenas''', agregó como caracterizando lo que diría la cantante de ascendencia puertorriqueña.
El fiscal Lyall Thompson aseguró, sin embargo, que el incidente fue "una agresión deliberada por parte de la señorita Winehouse".
"No hubo nada de accidental acerca de las acciones de la señorita Winehouse", insistió.
Thompson dijo que Winehouse parecía estar bajo la influencia de alcohol o "alguna otra sustancia" cuando golpeó a Flash.
Agregó que inicialmente Winehouse accedió a tomarse la foto, pero pudo haberse enojado cuando un amigo borracho de Flash trató de juntarse para también salir en la imagen.
"La señorita Winehouse quizás sintió que generosamente accedió a ser fotografiada sola y no con un extraño que estaba borracho", afirmó.
Pero el fiscal recalcó que eso no era excusa para que golpeara a Flash en el ojo.
En la corte se reprodujo una grabación de Flash llamando a la policía después de la supuesta agresión. Cuando el operador que la atendió le preguntó quién la había golpeado, contestó "Amy Winehouse de entre todas las (improperio) personas".
La cantante saltó a la fama en el 2006 con su álbum ganador de varios Grammy, "Back to Black", pero su música se ha visto opacada por reportes de su abuso de drogas, problemas con la ley y un tumultuoso matrimonio.
En meses recientes se había mantenido fuera de los titulares, tras regresar de unas prolongadas vacaciones en la isla caribeña de Santa Lucía.
El juicio continuará el viernes.