Fans de Jackson, decepcionados en Neverland
Una multitud de dolientes acampó frente a las puertas de Neverland, con sillas plegables y hieleras llenas de envases con agua, mientras las habitaciones de hotel alrededor de la finca de Jackson se ocuparon en cuestión de minutos, después de que el martes surgieron reportes --erróneos-- de que el astro podría ser sepultado en la hacienda.
Los residentes de Los Olivos, que vieron afectada su vida cotidiana cuando los reporteros llegaron a la zona para dar seguimiento a la detención de Jackson en el 2003 por acusaciones de abuso sexual de un menor, se encontraron de nuevo con el mismo paisaje de camionetas de los canales de televisión y admiradores ansiosos por rendirle un homenaje a la estrella pop, tras su fallecimiento.
Pero parece que todo ese movimiento fue en vano.
Un portavoz de Jackson dijo el miércoles, en un comunicado, que una ceremonia fúnebre pública se estaba planificando, pero no se realizaría en Neverland. No se informó de más detalles.
También el miércoles, una fuente cercana a la situación dijo a The Associated Press que Jackson podría ser sepultado en Los Ángeles, aunque la familia podría realizar una ceremonia privada en Neverland, después del sepelio. La fuente, que no tenía autorización de la familia para hablar y solicitó por ende el anonimato, dijo a la AP que no hay nada previsto, al menos hasta el viernes.
Esas noticias no apagaron el entusiasmo de los seguidores más apasionados de Jackson, muchos de los cuales se negaban a creer que la familia sepultaría a su hijo más famoso sin agradecer al público que lo lanzó a la condición de superestrella.
Unos 40 camiones de los noticiarios de la TV y cientos de vehículos más se aparcaron frente a Neverland, y el cordón tendido por la policía impedía que los visitantes entraran a la propiedad de una escuela que se ubica frente a la finca.
La carretera estrecha de dos carriles, flanqueada por haciendas ganaderas y colinas cubiertas de robles, era casi intransitable, lo que obligó a los visitantes a estacionarse a más de kilómetro y medio, para hacer a pie la última parte del "peregrinaje" a Neverland.