Pelean en tribunales herencia de Isaac Saba

El reparto de una de las fortunas más importantes del País ha desatado un pleito familiar que llegó hasta los tribunales, publica el periódico Reforma. Moisés Saba Ades, hijo mayor del finado Isaac Saba Raffoul, asegura que sus hermanos Alberto y Manuel se valieron de triquiñuelas legales y anomalías para despojarlo de la herencia que les dejó su padre. De acuerdo con la revista Fortune, la fortuna de Isaac Saba ascendía a 2 mil 100 millones de dólares, era en 2008 la sexta mayor de México y comprendía la distribuidora de medicamentos Casa Saba, la empresa Xtra e inversiones en el Grupo Financiero Ixe y en hoteles, como Marriot y el Gran Hotel del DF, entre otras. Moisés presentó una demanda judicial para impugnar la validez del testamento que beneficia a Alberto y Manuel, quienes quedaron como herederos universales de los bienes tras la muerte de su padre, el 27 de julio de 2008. El hijo mayor, en tanto, sólo recibió como legado el pago de una mensualidad de por vida, amén de ingresos para sus hijos siempre y cuando justifiquen sus gastos. En este proceso, también fue demandado el notario 116, Ignacio Morales Lechuga, ex Procurador de la República y del DF, quien protocolizó tres testamentos dictados por Saba Raffoul en los meses anteriores a su muerte: uno, el 6 de marzo; otro, el 6 de mayo, y el último, el 19 de junio, todos de aquel año. "Se encontraron un sinnúmero de anomalías e irregularidades en la sucesión testamentaria de mi padre, llevada por el notario 116", señala Moisés Saba. Afirma que, cuando su padre fue trasladado a Houston el 7 de mayo de 2008, dos meses antes de su muerte, presentaba síntomas de "confusión y desorientación" por una serie de tumores cerebrales que tenía. Considerando que, en esas condiciones de salud, su padre no tenía capacidades físicas ni psicológicas para testamentar, Moisés Saba objeta la legalidad de los documentos presentados por Morales Lechuga. Además, pone en duda la llamada jurisdicción voluntaria emitida por el juez 18 de lo familiar, Gustavo Garduño, en la que, presuntamente, el propio Moisés acepta los términos del testamento. Señala nunca haber aprobado esos términos, cuya validez ya impugnó ante el mismo juez. Al ser cuestionado sobre las razones por las que fue excluido de la herencia, afirma: "No hay ningún argumento legal. Mi mamá y mis hermanos nunca estuvieron de acuerdo que me casara con una católica (Jaqueline Paulina Patricia Barris); mi papá sí la aceptaba".