Subastan sombrero de Marcel Marceau
El desgastado sombrero de Marcel Marceau, decorado con una flor roja, se subasta esta semana en París junto a más de 900 objetos personales y souvenirs que una vez pertenecieron al mundialmente celebrado mimo. Un traje blanco de marinero con una camisa a rayas y una chaqueta ceñida —el atuendo característico de Marceau— también está entre los lotes a ofrecerse el martes y miércoles en la casa rematadora Drouot Richelieu. La hija de Marceau, Camille, dijo que organizó la venta en un intento desesperado por saldar las deudas que dejó su difunto padre. En un comunicado, Drouot Richelieu dijo que Marceau, quien murió en el 2007 a los 84 años, acumuló grandes deudas a través de los años para financiar sus espectáculos. "Esta subasta es un verdadero desconsuelo", dijo Camille Marceau a la AP. "Lo intentamos todo para no tener que llegar a esto, pero fue en vano". El rematador Rodolphe Tessier, quien oficiará la venta, dijo que la familia esperaba convertir la casa de Marceau en Bercheres-sur-Vesgre, un poblado al oeste de París, con todas sus pertenencias, en un museo. Pero el mimo les dejó demasiadas deudas. El desgastado sombrero de arpillera podría venderse en entre mil y mil 500 euros (mil 400 a 2 mil 100 dólares), y el traje de marinero por entre mil 500 y 2 mil euros. Se espera que la figurita de cuerda de un adivino con turbante, que data de fines del siglo XIX, se venda por entre 7 mil y 9 mil euros. La venta también incluye fotografías del mimo francés con celebridades que van desde Michael Jackson hasta Bill Clinton, y un autorretrato en tinta sobre papel. La familia espera recaudar unos 300 mil dólares con la subasta. Marceau, un judío francés que escapó de la deportación a un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, revivió el antiguo arte de la pantomima y lo llevó a escenarios de todo el mundo. A lo largo de décadas de carrera, dio vida a un amplio espectro de personajes, entre ellos un malhumorado mesero, un domador de leones, una viejita tejiendo y el mejor conocido, Bip, su álter ego. Con el rostro pintado de blanco, Marceau usó sus maleables expresiones faciales para interpretar toda una gama de emociones humanas, a menudo usando su sombrero como único accesorio.