Barack Obama acude a Notre Dame
El presidente Barack Obama se zambulló el domingo en el controvertido debate en torno al aborto y le dijo a los graduados de la principal universidad católica del país que ambas partes deben dejar de odiarse entre sí.
Obama reconoció que "no importa qué tanto intentemos fusionarlos... el hecho es que, a cierto nivel, los puntos de vista de ambas partes son irreconciliables". Sin embargo, aún así el mandatario exhortó a los graduados de la Universidad de Notre Dame y a todos los habitantes de Estados Unidos a dejar de "reducir a una caricatura a los que tengan puntos de vista distintos al propio. Corazones abiertos. Mentes abiertas. Palabras imparciales. Es una forma de vida que siempre ha sido la tradición de Notre Dame".
Una de las controversias que ha provocado más atención de la opinión pública en su joven presidencia resurgió después que Obama —quien respalda los derechos para abortar pero dice que la interrupción del embarazo debe ser un procedimiento poco usual— fue invitado a pronunciar un discurso en la universidad y a recibir un grado honorario.
"No sugiero que el debate que rodea al tema del aborto pueda o deba desaparecer", afirmó el presidente.
El padre John Jenkins, presidente de Notre Dame, presentó a Obama y elogió al mandatario por no ser "alguien que le deja de hablar a los que no están de acuerdo con él". Jenkins dijo que se ha prestado muy poca atención a la decisión del presidente de hablar en una institución opuesta a su política sobre el aborto.
Antes de que Obama diera su discurso, al menos 27 personas fueron arrestadas bajo cargos de invadir propiedad privada. Entre ellas estaba Norma McCorvey, la demandante identificada como "Roe" en la decisión llamada Roe vs. Wade de la Corte Suprema que legalizó el aborto. Ahora ella se opone a este procedimiento de interrupción del embarazo y se unió a más de 300 manifestantes anti aborto frente a la entrada principal de la universidad.
Más de la mitad sostenían pancartas, algunas de ellas con leyendas que rezaban "Qué vergüenza para Notre Dame" y "Detengan ya los abortos", con el fin de expresar su enojo por el hecho de que la universidad haya invitado al presidente.
Obama entró al estadio universitario ante un ruidoso aplauso y muchos de los 12.000 asistentes se pusieron de pie para ovacionarlo. Pero cuando inició su discurso en la ceremonia de graduación, al menos tres manifestantes lo interrumpieron y uno de ellos gritó: "Dejen de matar a nuestros niños".
Los graduados respondieron coreando "¡Sí podemos!", la consigna que se convirtió en sinónimo de la campaña presidencial de Obama. El mandatario no pareció molestarse ante las interrupciones y dijo que los estadounidenses deben tener la capacidad de hacer frente a las cosas que les "incomodan".
Obama no cedió terreno en su posición. Sin embargo, sí reconoció que tanto los que defienden un punto de vista como los que defienden el otro "todavía pueden estar de acuerdo en que para cualquier mujer es una decisión que estruja el corazón, con dimensiones tanto morales como espirituales".
"Así, trabajemos juntos para disminuir el número de mujeres que buscan un aborto al reducir los embarazos no deseados, hacer que más personas tengan acceso a adoptar y proporcionando cuidado y apoyo para las mujeres que deciden tener a su hijo", afirmó.
Dijo estar en favor de "una cláusula de conciencia sensible" que le daría a los trabajadores de los servicios de salud que se oponen al aborto el derecho a negarse a efectuar el procedimiento.
Antes de hablar sobre este tema, Obama le dijo a los graduados que ellos forman parte de una "generación que debe encontrar un camino que la conduzca de nuevo a la prosperidad, y decidir cómo respondemos a una economía mundial que dejó a millones de personas rezagadas incluso antes de que esta crisis azotara; una economía donde con frecuencia la avaricia y las metas a corto plazo fueron recompensadas a expensas de la justicia, la diligencia para actuar y el trabajo honesto".