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Lincoln Center Reabre a todo lujo

El inmueble estuvo en remodelación durante 22 meses y tuvo un costo de 159 millones de dólares.
mié 25 febrero 2009 07:00 AM
El inmueble estuvo en remodelación durante 22 meses y tuvo un costo de 159 millones de dólares.
Lincoln Center El inmueble estuvo en remodelación durante 22 meses y tuvo un costo de 159 millones de dólares. (Foto: AP)

En el centro de arte más grande del mundo, la palabra transparencia ha adquirido un significado especial. La alta fachada de cristal de tres pisos que se ve desde Broadway es la nueva cara de la sala Alice Tully en el Lincoln Center, que reabre esta semana luego de una renovación que se extendió durante 22 meses y tuvo un costo de 159 millones de dólares, con paneles acústicos que son el sueño de cualquier músico y paredes con madera proveniente de África que brillan en un tono ámbar en la oscuridad. "Yo dije, 'Ok, ¿me puedo mudar aquí?''', exclamó la pianista Anne-Marie McDermott después de probar la sala. "Puedes tocar súper suave, y el sonido flota como si fueran perlas; y los que son mas fuertes, son como sonidos gordos, así que no tienes que empujarlo". En la vieja sala, dijo, la música sonaba "como si tuvieras algodón en los oídos". También había una particular música de fondo muy urbana que ahora ya desapareció: el retumbar del metro bajo tierra. La nueva sala Alice Tully es el primer proyecto ya completado de una renovación que costará un total 1,200 millones de dólares y que abarcará todo el Lincoln Center, hogar de la Filarmónica de Nueva York, la Ópera Metropolitana, el ballet de la ciudad de Nueva York, la ópera de la ciudad y el Teatro Vivian Beaumont. El complejo fue construido en la década de 1960 cuando los alrededores del lado oeste superior de la ciudad eran una barriada pobre --el escenario de la obra "West Side Story"-- complementado con la violencia de las gangas. Por ello el Lincoln Center se construyó como si fuera un fuerte, "con paredes blancas enajenantes, muy divorciado de la estructura de la ciudad", dijo Elizabeth Diller de la firma Diller Scofidio + Renfro, que colaboró con reconstrucción junto a Sylvia Smith de la firma de arquitectos FXFowle. La impresionante entrada transparente resume toda la nueva impresión que quiere transmitir el Lincoln Center: un destino popular abierto al vecindario, que espera atraer público, sea o no amante de las artes. Los visitantes podrán sentarse en un café con vista a un paisaje urbano vívido de personas y autos que pasan constantemente, e incluso traer su computadora portátil y conectarse a internet gracias a la potente señal inalámbrica que cubre los 16 acres del centro. En las próximas semanas, la gente podrá entrar a la cámara interior --con 1.100 butacas-- y disfrutar de una serie de conciertos de música de cámara y de orquesta, trabajo coral, recitales individuales, música popular, étnica y películas. Los boletos para los eventos --incluyendo los 10 estrenos-- son gratis o de menos de 25 dólares. "Es una celebración, es exuberante", manifestó Diller. "La reimaginación de la sala va directo al ADN del Lincoln Center, y a la vez establece un vocabulario nuevo para el diseño que es más democrático en espíritu"

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