Carolina Herrera Inspirada en el siglo XVIII
Con tonos cobrizos y grises de base y de manera interesante, la creativa venezolana le dio aires más modernos al dominante traje ajustado de talle alto a través de viejos detalles arquitectónicos.
``La silueta se concentra en la cintura y en alargar la forma con pantalones ajustados y faldas angostas``, explicó la diseñadora en sus notas a estilistas, editores y minoristas que asistieron al evento en el Bryant Park.
La mezcla de seda texturizada, jacquard reflectante, encaje, gamuza y un recurrente motivo floral creó una de las más lujosas labores de retazos que uno pueda imaginar y Herrera también presentó un atractivo chal drapeado de manga larga que combinó con vestidos, muchos de los cuales dejaban asomar bajo un torso drapeado un ajustado corsé.
Herrera prestó especial atención a las blusas sin mangas creando formas vaporosas sobre pantaloncillos ajustados que recordaban la era Victoriana.
En estos tiempos de crisis la diseñadora optó por ofrecer algo nuevo en lugar de algo barato y fue una de muy pocos que incluyeron prendas de piel para la temporada. Su pieza clave: una chaqueta de mink verde que combinó con un pantalón bordado de encaje cobrizo.
A diferencia de todo el negro visto hasta ahora para el otoño, Herrera sumó a su paleta detalles de azul, verde y un fucsia apagado.