Segunda parte de Crepúsculo Será mucho más difícil

El sorpresivo éxito de "Crepúsculo", una película de vampiros para adolescentes cuyo fin de semana de estreno superó al de James Bond en las taquillas norteamericanas, podría complicar la promoción de la próxima entrega, señalaron los actores principales del filme. La película, basada en la exitosa novela de la autora estadounidense Stephenie Meyer, recaudó 69,6 millones de dólares en los cines locales durante su primer fin de semana el mes pasado, por encima de "Quantum of Solace", que tuvo un costo de producción cinco veces mayor. El éxito llevó al estudio independiente Summit Entertainment a programar la secuela sobre la adaptación de "Luna Nueva", el segundo libro de la serie, en la que ambos protagonistas de "Crepúsculo" repetirán sus roles. "No tuvimos nada que perder con la primera", dijo el actor británico Robert Pattinson, quien se convirtió en un rompecorazones casi instantáneamente debido a su interpretación del vampiro inmortal Edward Cullen. "Es más difícil armar el despliegue publicitario, especialmente en Estados Unidos. Creo que será más difícil", dijo el actor en una reciente conferencia de prensa en Londres. Kristen Stewart interpreta a Bella Swan, la adolescente que se enamora de Cullen pero cuya relación y familia quedan en peligro por vampiros rivales y su deseo de sangre. Stewart estimó que la prensa será "un poco más dura" la próxima vez, y que está sorprendida por el éxito de la película en Estados Unidos. "Sabía que era importante para un pequeño grupo de personas. No me había dado cuenta del alcance (de los libros)", dijo. "Creo que el filme lo hizo más conocido. Cuando hicimos la película, pensamos que hacíamos un tipo de filme de culto", agregó. El rodaje de "Luna Nueva" comenzará el próximo año, pero la directora de "Crepúsculo", Catherine Hardwicke, no participará en el proyecto. Según Hollywood Reporter, Hardwicke será reemplazada por Chris Weitz, cuyo último filme fue "The Golden Compass", la adaptación de un libro para niños del británico Philip Pullman.