Céline Dion gran concierto en México
En medio de una espectacular ovación, cobijada por el aplauso y el entusiasmo de miles de personas, la diva canadiense Céline Dion llegó al escenario del Palacio de los Deportes, donde ofreció un recorrido por su historia musical. Con 15 minutos de retraso y ante la impaciencia del público, cuatro megapantallas proyectaron las imágenes de su paso por decenas de ciudades que ha tocado ya su gira "Taking Chances World Tour".
Los fans de la estrella eran en su mayoría parejas de 30 a 50 años, de clase media alta. Ellos de saco y corbata; ellas más casuales, con chamarras, jeans y botas. Parecían haberse dado cita no para un concierto, sin más bien como para una cena romántica.
"¿Están muy bien, México? ¿Están listos, México?", dijo la cantante, para agregar en inglés: "Puedo decirles lo emocionados que nos sentimos todos por estar finalmente dando este show aquí". La euforia se desbordó cuando la intérprete de temas como "Because You Loved Me" salió al escenario en un sensual vestido rojo y emitió las primeras notas de "Drove all Night".
En el repertorio de 22 canciones que ofreció, durante una hora con 45 minutos, no faltaron "I'm Your Angel", "Shadow of Love" ni "I'm Alive", y hasta Andrea Bocelli figuró en su show, a través de las pantallas, al entonar "The Prayer". Pero el tema más esperado de la noche fue "My Hearth Will Go On", de la película Titanic, que fue celebrado de manera eufórica por el público. Y la estrella tampoco olvidó en México, sus raíces francófonas. "Nunca puedo dar un show sin cantar al menos un tema en francés. Este habla de amar a alguien tanto que estás dispuesto a dar tu vida si es lo que necesita para ser feliz", dijo, antes de cantar "Pour que tu M'aimes Encore".