Stephenie Meyer el genio detrás de Crepúsculo
Fue hace más de cinco años, un 2 de junio de 2003, cuando Stephenie, un ama de casa ordinaria dedicada al cuidado de su esposo Pancho (su verdadero nombre es Christiaan) y sus tres hijos, Gabe, hoy de ocho años, Seth, de cinco, y Eli, de tres, tuvo un sueño que cambió su vida: dos personas mantenían una conversación en medio del bosque, una era una chica como cualquiera y la otra un chico con una belleza impresionante que, además, era un vampiro que luchaba con todas sus fuerzas para no matar a su acompañante, a quien amaba por sobre todas las cosas (esta escena se convertiría más adelante en el capítulo 13, “Confesiones”, del primer libro de la saga). En medio de sus ocupaciones diarias, como preparar el desayuno, cambiar pañales y vestir a sus hijos para la escuela, Steph –como le dicen de cariño–, se tomó unos minutos para pensar acerca de este sueño tan vívido.
Le intrigaba la historia de esta extraña pareja, pero, sin muchas ganas, debía continuar con sus obligaciones hogareñas. No podía dejar de pensar en el sueño por lo que, finalmente, decidió sentarse frente a la computadora y comenzar a escribir Crepúsculo. A partir de ese momento no pasó ni un sólo día en que no avanzara en la historia que dos años después lograría publicar y que se mantuvo en la lista de los best sellers del New York Times por varias semanas.
ANTES DE SER UNA FAMOSA ESCRITORA
Hija de Stephen y Candy Morgan, Stephenie nació el 24 de diciembre de 1973 en Connecticut, aunque se siente nativa de Phoenix, Arizona, por haber llegado a los cuatro años. Tiene cinco hermanos: Seth, Emily, Jacob, Paul y Heidi, nombres que luego tomaría prestados para algunos de sus personajes. De pequeña conoció a Pancho, su esposo, y se hicieron muy buenos amigos. Dieciséis años después de conocerlo, una vez que Steph terminó sus estudios de Literatura inglesa en la Universidad de Utah, regresó a Phoenix y se reencontró con Pancho. Surgió el amor y nueve meses después se casaron. Actualmente llevan más de 14 años de feliz matrimonio.
Pancho ha sido parte esencial en su carrera; él la ha apoyado en el cuidado de sus tres hijos cuando por trabajo se ve obligada a recluirse para terminar sus historias o a ausentarse por giras de promoción.
Otra pieza esencial ha sido su hermana mayor, Emily, quien leía los capítulos de Crepúsculo apenas Steph los terminara de escribir. Pronto se convirtió en la principal animadora de la autora, tanto así que fue quien la convenció de tratar de publicar. Al principio Stephenie se desanimó cuando después de escribir varias cartas y reunirse con editores obtuvo un “no”, pero estaba tan enamorada de sus personajes Edward Cullen y Bella Swan que deseaba que los demás los conocieran. Continuó intentándolo hasta que finalmente se topó con Jodi Reamer, una agente literaria dispuesta a representar su libro.
Ambas trabajaron arduamente durante dos semanas para pulir la historia, luego la mandaron a nueve diferentes editoriales. La espera no duró mucho y un día antes de Acción de Gracias obtuvieron respuesta de la editorial Little, Brown and Company, que ofreció un contrato de 750 mil dólares por publicar tres libros. Así, luego de seis meses de aquel sueño, Stephenie publicaría su historia. En octubre de 2005 salió a la venta Crepúsculo, al que le siguieron Luna nueva en 2006, Eclipse en 2007 y el fin de la saga, Amanecer, en octubre pasado.
EL FENÓMENO
El éxito que ha tenido Crepúsculo ha sido impresionante: la saga ha vendido más de 25 millones de copias en todo el mundo. De hecho, los tres primeros libros permanecieron 143 semanas en la lista de los mejor vendidos del New York Times, se han traducido a 37 idiomas y recién se estrenó la primera parte en cine. Esta cinta recaudó 69 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos y Canadá. En México, generó más de 33 millones de pesos, superando a la nueva de James Bond.
La historia de amor del vampiro y la chica mortal ha logrado cautivar a muchos adultos, pero sobre todo es una sensación en los adolescentes, que se identifican con los personajes e incluso se visten como ellos. Incluso existe una banda de rock con el nombre de Twilight (Crepúsculo en inglés) y se venden por internet miles de artículos referentes a la historia: pulseras, tazas, playeras y joyería.
Este mismo furor por un libro no se había visto desde que J.K. Rowling, quien al igual que Steph nunca planeó convertirse en escritor, publicó Harry Potter. Cuando le preguntaron a Stephenie qué opinaba de ser comparada con una de las mujeres más famosas y ricas del mundo respondió: “Por un lado es un halago, soy una gran admiradora de su trabajo, pero, por otra parte, es triste cuando la gente te ataca diciendo ‘¿Quién se cree que es?’, y me siento mal, como si fuera yo quien va diciendo por ahí que soy como ella”.
LO QUE SIGUE
Antes de terminar su saga comenzó a escribir Sol de media noche, la versión de Crepúsculo pero vista desde el punto de vista de Edward Cullen. Sin embargo, en agosto pasado alguien filtró los primeros 13 capítulos del libro en internet. Muy decepcionada por esto, la escritora decidió dejar indefinidamente este proyecto, pero no descarta continuar escribiendo sobre los personajes que nacieron de esta historia. Además tiene otra novela, The Host, de ciencia ficción, fue que publicada 6 de mayo de 2008 en Estados Unidos y llegaró a México en 2009. Ésta también ocupó el primer lugar de la lista de los best sellers del New York Times, y la escritora ya casi terminó lo que podría ser la secuela, The Soul, y espera escribir próximamente la tercera parte, The Seeker.