El Potrillo canta En Cumbre Iberoamericana
El cantante mexicano Alejandro Fernández puso la música el miércoles en la inauguración de la XVIII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno, a los que les dijo que los jóvenes quieren más oportunidades y una mejor calidad de vida. Vestido con traje formal y ante la ovación de los concurrentes a la ceremonia de inauguración de la reunión, El Potrillo salió al escenario para interpretar "El carbonero", tema tradicional del salvadoreño Pancho Lara, considerado como el segundo himno de El Salvador.
Durante su actuación, Fernández estrechó las manos del presidentes Saca y el mexicano Felipe Calderón y el concluir su interpretación, bajó del escenario para saludar a la señora de Saca, a la reina Sofía de España, a la esposa del presidente de México y a otras primeras damas de Iberoamérica.
En el intermedio Fernández agradeció la invitación y todas las atenciones del presidente salvadoreño Tony Saca y su esposa Ligia, quienes le brindaron una comida en la residencia presidencial. "Hoy tuve una tarde formidable", dijo a relatar la visita a la residencia del mandatario salvadoreño, donde "me trataron increíble, increíble".
El cantante mexicano manifestó que cuando recibió la invitación para inaugurar la Cumbre, "lo primero que me emocionó fue conocer el tema principal de esta reunión".
Fernández llega a la Cumbre donde los jefes de Estado y de gobierno de Iberoamérica se reúnen durante tres días para debatir sobre temas relacionados con la juventud, sin dejar de lado la crisis económica mundial. Afirmó que durante su carrera como cantante, una de las más exitosas del continente, ha tratado de preocuparse por la juventud, "con los que he convivido muy de cerca, (y) estoy convencido que nosotros compartimos una larga lista de preocupaciones y anhelos, queremos más oportunidades y una mejor calidad de vida". Fernández dijo sentirse emocionado al saber que gobernantes reunidos en la Cumbre se darán a la tarea de preocuparse por un mejor futuro por la juventud de América Latina y España. Sin embargo, enfatizó que es "nuestra responsabilidad abrirles el horizonte y hacerles ver que tienen todo el viento a su favor, hacerles saber que no hay nada mejor que haber nacido en Iberoamérica". El Potrillo cerró su actuación interpretando Granada, "una canción bellísima de otro (mexicano Agustín) Lara, una de las canciones más clásicas y más escuchada mundialmente".