Mis hijos y nietos No me pueden ver caer
Sobre la forma en que fue secuestrada su hija no quiere ahondar más porque –dice– podría interferir en la investigación, sin embargo sí nos confía: “He tenido tres reuniones con el Presidente, quién sabe cuántas con el Procurador, quién sabe cuántas con el Secretario de Seguridad Pública, tengo acceso a eso, pero imagínate los que no lo tienen, esos sí que están fregados. La sociedad no se imagina que tanta maldad puede existir en este país, somos inhumanos”.
La impotencia se nota en su rostro y las lágrimas empiezan a brotar cuando nos enseña un calendario en el mes de abril, donde se ve a una pequeña niña en traje de baño. Es Silvita, su pequeña princesa.
“Alejandro (Martí) siempre estuvo en contacto conmigo desde que supo lo de Silvita –revela Nelson–. ¿Y mira cómo son las cosas?, meses después le sucedió a él”.
También nos cuenta cómo le ha hecho para sobrellevar su tragedia: “Lo haces por la familia, tengo nietos e hijos y no puedo dejar que me vean caer, ellos tienen que seguir adelante”.
Y el padre de familia no pierde las esperanzas: “Si está viva mi hija, le pido a Dios que esta gente no la haya maltratado. No puedo dejar de luchar a pesar de que estoy muerto en vida”.
La realidad de Nelson ha cambiado drásticamente. Ha dejado de ver la sonrisa que iluminaba su vida y ahora miles de preguntas ocupan su mente: ¿Dónde estará? ¿Cómo la estará pasando? O aún peor: ¿Seguirá con vida? Por eso, a través de Quién, envía un mensaje para los que se llevaron a su hija: “Ellos saben mis teléfonos y lo que les ofrecimos está en pie; lo que podamos dar, lo daremos”.