Chanel abre exposición futurista en NY

Un pabellón futurista de blanco impoluto y redondeadas formas aterrizó en pleno Central Park para albergar una original exposición organizada por la firma Chanel, para rendir tributo al mítico bolso de cadena 2.55, que cumplió medio siglo de su creación. El recinto ha sido diseñado por Hadid, arquitecta iraquí con residencia en Londres, quien es la única mujer que ha conseguido el premio Pritzker, algo así como el Nobel de la arquitectura, por encargo expreso de Karl Lagerfeld, al frente de Chanel. "Mobile Art", concebido como una forma geométrica y orgánica, es como se llama esta idea, la cual se presentó este lunes a la prensa y se podrá visitar, de forma gratuita, desde mañana hasta el 9 de noviembre. Antes ha pasado por Hong Kong y Tokio y después cruzará el Atlántico para debutar en Londres, Moscú y París, esta última parada prevista para 2010.

La iniciativa consiste, básicamente, en un pabellón gigante, de unos 700 metros cuadrados, que se asemeja a una nave espacial de la serie "Star Trek" y que sirve de recinto para una exposición con diseños de una quincena de jóvenes artistas. El "contenedor", como lo llaman sus responsables, pesa 180 toneladas, tiene 29 metros de ancho, 45 de largo y seis de alto. Tiene una terraza y un patio. Para hacer su transporte más fácil, cada pieza no es más ancha de tres centímetros y de 2.25 metros de ancho. Ha llevado cuatro semanas montar la estructura en Nueva York y se tardará dos semanas en desmontarla. El objetivo es rendir tributo al mítico bolso de cadena de Chanel (que salió al mercado por primera vez en 1955), por lo que sus obras están inspiradas en él. Entre los artistas elegidos para esta muestra destacan nombres como los de Sophie Calle de Francia, Sylvie Fleury de Suiza, Sudodh Gupta de India o el colectivo Blue Noses de Rusia. El comisario de la exhibición es Fabrice Bousteau, editor de la revista "Beaux Arts".

"Arte contemporáneo y arquitectura en su forma más radical. Un proyecto de tal ambición que tiene todo el sentido en Nueva York, una ciudad orientada desde su nacimiento hacia el futuro de la arquitectura y el arte", dijo Bruno Pavlovsky, presidente de actividades de Chanel. "Para Karl Lagerfeld es una forma de expresar el viejo y duradero compromiso de Chanel con la creatividad, expandiendo los límites de la política cultural corporativa para inaugurar nuevas experiencias artísticas", añadió. Este proyecto será, aunque temporal, el primero que realiza en Nueva York. Su sitio estará en pleno Central Park, en la explanada que está a la altura de la calle 70. Será, tras el proyecto de "The Gates" (siete mil 500 puertas vestidas de azafrán) de Christo y Jeanne-Claude, en 2005, la segunda gran "obra de arte" que se instala en Central Park. Antes de su montaje, y a pesar del dinero que reportará a las arcas de la ciudad, no todo el mundo está de acuerdo con este proyecto por su impacto medioambiental y por hacer de este espacio público un escenario para una marca de lujo. Este es un ejemplo más de cómo el mundo de la moda se acerca al de la arquitectura y el arte, fundiendo sus límites. Por ejemplo, Louis Vuitton ha encargado a artistas como Richard Prince o Takashi Murakami que rediseñen alguno de sus bolsos, el arquitecto Rem Koolhaas es el responsable de algunas tiendas de Prada y Frank Gehry ha desarrollado una línea para la joyería Tiffany.