Arráncame la vida, la cinta más cara en la historia del cine en México
La película más costosa en la historia del cine mexicano, Arráncame la vida, llega esta semana a las salas de cines comerciales con la esperanza de enganchar al público en su historia de amor, poder, corrupción y traición.
Basada en la exitosa novela homónima de Ángeles Mastreta, la cinta tuvo un costo de 6.5 millones de dólares y será proyectada simultáneamente en 500 cines. Regularmente los mayores estrenos se exhiben en unas 300 salas a la vez.
La película, dirigida por Roberto Sneider, tardó cinco años en llegar a la pantalla grande, debido a lo ambicioso de la producción y la falta de apoyo económico.
La historia presenta la vida del general Andrés Asensio (Daniel Giménez Cacho), que luego de la revolución en la década de 1930 va ganando poder político y se casa con Catalina Guzmán (Ana Claudia Talancón), que a sus 15 años se ve obligada a llevar una vida de esposa, primera dama y madre de hijos que no son suyos.
Con el ascenso de su marido a las más altas esferas del poder, la joven llega a la capital mexicana donde se enamora de un director de orquesta izquierdista, (José María de Tavira). Ambos viven un gran romance que acaba en tragedia.
''Yo pienso que la película puso de maravilla lo que hay en el libro y mejor'', afirmó Mastreta en rueda de prensa. ''Quisiera pensar que todos esos sentimientos que provoca la película, también los haya provocado el libro'', que ganó el Premio Mazatlán de Literatura en 1985 y ha sido traducido al italiano, inglés, alemán, francés y holandés. Para el director ''es una oportunidad valiosísima'' de ver el México del pasado, lo que ha avanzado en ciertos aspectos y lo que ha permanecido igual.
Giménez Cacho, quien también actuó en La mala educación de Pedro Almodóvar, dijo que su papel de antagonista y corrupto conecta con el público a pesar de su maldad porque vive la vida intensamente y es muy directo.
''El verdadero conflicto histórico, además de mostrar la liberación de una mujer, es dar a conocer cómo los mexicanos nos convertimos en los hijos del fraude, de la simulación, de la impunidad'', detalló el actor.
El personaje de Catalina, quien lleva la voz narrativa de la cinta, es el de una mujer que quiere conocerlo todo, y es muy avanzada para su época. Para Mastreta, seguramente existieron mujeres así de rebeldes en esa época y ''que abrieron camino'' para que años después las mujeres pudieran lograr un poco más de equidad social.
Fernando González Compeán, productor de la cinta, afirmó que gracias a la nueva ley que otorga alivios contributivos a las empresas que invierten en la realización de películas, se pudo contar con el apoyo financiero que necesitaban para, luego de un primer intento cinco años atrás, se pudiera completar su filmación.
''Esto es el conjunto de muchas voluntades. No sólo queremos ahora recuperar la inversión, sino que lo importante es contar las historias de México que no se han contado y que quisiéramos se vieran para que se entendiera lo que somos como país'', expresó.
El fotógrafo español Javier Aguirre, colaborador de Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona dijo que fue enriquecedor trabajar con una historia compleja y en lugares de gran valor histórico como la catedral del estado de Puebla o el Palacio de Bellas Artes.
Más adelante, la cinta se presentará en algunos festivales internacionales y se sacará una edición en DVD con escenas que se cortaron porque confundían ''el ritmo narrativo'', pero que estuvieron bien logradas, entre otros extras, dijo el director.
Salvador Parra, ganador de un Goya por su trabajo en la película El embrujo de Shanghai, fue el director de arte de la cinta, que estrena el 12 de septiembre en México.