Para Rodrigo Ímaz, “Tiro Libre” no es solo una exhibición de arte, sino una experiencia profunda que invita a la introspección y al compromiso del ser humano con el cuidado del medio ambiente.
La instalación, que transforma el espacio del Jardín Escultórico del Museo de Arte Moderno (MAM) , está compuesta por una colección de 100 balones ponchados convertidos en macetas. Estos objetos cotidianos, recopilados por el artista durante años, adquieren un nuevo significado.
¿Cuál es la relación estrecha que Ímaz guarda con el futbol? Entrelazada con su historia personal, surge de la decisión que tomó en su juventud, al abandonar la práctica profesional de dicho deporte, pues para él involucraba una “pérdida de libertades y un compromiso de vida que no quería asumir a tan corta edad”.
De esta manera, los balones, al igual que las decisiones de Rodrigo, representan la posibilidad de nuevos comienzos. A su vez, confrontan con la necesidad de reconsiderar la relación entre el consumo de recursos y el entorno.
Para reforzar su mensaje, a la instalación la complementan siete esculturas de mármol en forma de balón ponchado, ubicadas debajo de la cúpula central en la entrada del recinto. Sin duda, este elemento contrasta con la grandiosa arquitectura del MAM, obra de Pedro Ramírez Vázquez. La entrada al jardín y al lobby es gratuita.
Con la curaduría de Fernando Gálvez de Aguinaga (quien ha trabajado en exposiciones de artistas de la talla de Francisco de Goya, Rembrandt, Francisco Toledo y Gabriel Orozco, entre otros), “Tiro Libre” estará abierta al público del 5 de abril al 26 de mayo de 2024.
Se trata de una invitación hacia la acción hoy, con un impacto en el futuro, ya que, en palabras de Gálvez de Aguinaga: “cada balón propone multiplicar parques, consolidar reservorios ecológicos y crear más zonas verdes, artísticas y deportivas, por toda la ciudad y por todo el país”.
Nacido en la Ciudad de México en 1982, es un artista visual que se caracteriza por su versatilidad. A través de disciplinas como el dibujo, el grabado, la pintura, la fotografía, la escultura, la instalación y el cine, reimagina la relación con el planeta y la naturaleza.
Su trayectoria está marcada por una sólida formación académica; es licenciado en Artes Visuales, por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, maestro en Práctica Artística, por la Universidad Politécnica de Valencia en España, y estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC-UNAM).
Ímaz también ha sido parte del Programa de Becas para Estudios en el Extranjero del FONCA y el Programa de Residencias Artísticas del FONCA, donde ha enriquecido su perspectiva creativa, además de recibir la Mención de Honor en el Premio de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE), en 2011.
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