Alberto Guerra en su mejor momento: Padre, esposo y con mucho trabajo

“Zuria -la esposa de Alberto y también actriz- me enseñó un par de TikToks que eran muy divertidos. Yo no tengo TikTok pero entiendo que es como una edición. Estaban muy buenos. Desde la clásica “me gusta Griselda por la trama, la trama”, mostrando una imagen del actor nacido en Cuba mostrando su atractivo físico, hasta aquellos que concentran en su trabajo interpretativo, Guerra ha sido el protagonista de una tendencia emanada del proyecto de ficción.

“Es chistoso y es sorpresivo, de repente recibir ese tipo de comentarios, pero obviamente habla muy bien del éxito de la serie y también de mi trabajo” responde con una voz que intenta acercarse a la modestia aunque de inmediato termina por aceptarlo. “A los 41 añitos también está bueno, de vez en cuando, que te apapachen el ego y sentirte guapo, sentirte joven y atractivo otra vez”.

Como “un regalo”, es como Alberto define la experiencia de formar parte de este proyecto protagonizado por Sofía Vergara, con quien comparte el crédito principal, el cual se filmó en Los Ángeles con un elenco mayoritariamente latino bajo la batuta de Andi Baiz, el director colombiano con quien ya había trabajado en el pasado en Narcos, y con quien filmó una película posterior a este proyecto. “Es un gran amigo, con quien logré conectar y hablar de las profundidades del ser humano de una manera increíble, cuestionarnos y nos empujamos a pensar distinto y a cambiar de óptica; eso es enriquecedor”.

En Griselda, Alberto interpreta a Dario, uno de los esposos de Griselda Blanco, la temida narcotraficante, y padre de su hijo más pequeño. El actor comparte que muchas cosas se movieron a nivel humano y de pensamiento crítico al momento de crear este rol.

“Siempre hay otro tipo de cuestionamientos que están alejados de lo que es el mundo de la violencia, que es el comportamiento del ser humano”. De su personaje en particular, Alberto se cuestionaba cómo debió sentirse ser una persona como él a finales de los 70, donde lo único que sabía hacer era ser un sicario y ya no quería serlo; sin embargo la masculinidad de la época donde los hombres no hablaban de lo que les estaba pasando, los mantenía atrapados.

“Yo, por ejemplo, empecé a sentir muchísimos miedos a partir de que soy papá, miedos que antes no tenía, soy más cuidadoso, soy más cauteloso, pero pues alguien como Darío no se puede dar ese lujo, entonces claro que había cuestionamientos”.

Alberto está disfrutando del éxito y la atención que ha recibido tras el fenómeno de Griselda. “Me siento muy orgulloso, pero nada la vida sigue y hay que tomarlo todo con cierta calma lo bueno y lo malo y lo regular y mantener las cosas como son”.

El actor tiene un par de proyectos en puerta como el próximo estreno en Netflix de la cinta que filmó con Andi Baiz y una serie que llevará por título Accidente. “Estoy en un momento bastante familiar, bastante tranquilo. Estoy muy concentrado en mi trabajo y en mi familia prácticamente no tengo espacio para nada más en mi vida. Ser papá y esposo la mayor parte de mi tiempo, lo más que pueda”.

“Con los años he ido aprendiendo también que el éxito de un personaje o de un proyecto no depende de la responsabilidad de un actor y no es gracias a él que es un éxito y ni es culpa de él, sino lo es. Los actores somos una pieza fundamental de algo mucho más grande que nosotros, hay que asumirlo”.