Cassandro, la esperada película protagonizada por Gael García Bernal, se estrenó este 20 de septiembre en la plataforma Prime Video en México. Y para que te des una idea de lo que puedes encontrarte, a continuación te mostramos los pros y contras de la cinta.
Para entrar en contexto, este es un filme biográfico de Saúl Armendáriz, ‘Cassandro, El Exótico’, un exitoso luchador profesional proveniente de El Paso, Texas, que es representante de la comunidad LGBTQ+ en la lucha libre.
Leotardos, brillos, glam makeup, peinados voluminosos y mucha, pero mucha, sensualidad y baile son algunas de las cualidades que posee el deportista dentro y fuera de la pantalla. Saúl tiene algo más que pasión por la lucha libre: lograr sus sueños sin dejar de ser él mismo.
Roger Ross Williams, el director de la película Cassandro, nos sorprenden con una historia que apuesta por la diversidad sexual y el poder de ser uno mismo en un contexto tradicional y conservador como la lucha libre mexicana.
Muchos de los tinos giran en torno a un trabajo en equipo con la producción y los guionistas de la cinta (David Teague y Roger Ross Williams), pero hay algo que sí o sí tenemos que destacar: la increíble actuación de Gael García Bernal en la piel de Cassandro, El Exótico.
Una vez más, Gael demostró estar comprometido con su labor actoral y presentar un personaje retador y complejo por su grandeza y excentricidad. Su compromiso y entrega con la cinta fue tal que en ocasiones era difícil recordar que la persona en pantalla estaba interpretando a otra.
Gael se desenvuelve en un escenario poco convencional que refleja sus años de experiencia en la actuación, así como su versatilidad y talento para interpretar múltiples personajes cuyas personalidades y formas de ser son completamente diferentes entre sí.
Esta película inicia con la historia de Saúl, ‘El Topo’ (quien luego se convierte en Cassandro), al inicio de su carrera. El luchador, de complexión pequeña y máscara poco memorable, comenzaba a practicar su deporte en un taller mecánico cualquiera, cuando incómodo y un tanto desorientado por la desafortunada situación en la que se encontraba, se inspira de uno de sus compañeros luchadores que pertenecía a Los exóticos, un grupo de luchadores poco convencionales para su época característicos por romper con las normas y el arquetipo de un luchador en cuanto a su vestimenta y forma de ser.
Dispuesto a enfrentarse con los estereotipos, prejuicios e insultos de parte del público y de Ciudad Juárez, el pueblo donde peleaba nuestro protagonista, Cassandro decide tomar como inspiración la personalidad de su madre para mostrar al mundo su forma de ser.
Con el apoyo de Yocasta, su mamá, Sabrina, su entrenadora, el público y Lorenzo, su promotor, Saúl se vuelve cada vez más exitoso dentro y fuera de su ciudad. Y aunque todo empieza a ir muy bien en el ámbito laboral del protagonista, vemos que su vida personal se comienza a derrumbar.
Esta película muestra muchas caras que a más de uno en la sala hizo reír, llorar o incluso bailar. Por la naturaleza pícara y atrevida de la cinta, no es de sorprenderse que algunos de los diálogos, movimientos y bailes interpretados por Gael tuvieran un doble sentido y una esencia cómica que no pretende ofender al espectador ni a la tradicional lucha libre mexicana. Al contrario, permite conectar con Cassandro y conocerlo desde su lado más osado y audaz.
El filme habla sobre la valentía y la determinación que se necesita para que todos, seamos luchadores, y nos mostremos a los demás sin caretas ni falsos “yo”. Además muestra como es esencial contar con una red de apoyo para compartir nuestra identidad y sentirnos seguros ante ello.
Dentro de la trama se aterriza el valor y el impacto que tiene el amor de una madre hacia su hijo y la aceptación y comprensión de su identidad.
A pesar de que hoy más que nunca la información acerca de la diversidad sexual y la inclusión es abundante, muchas producciones muestran y ejemplifican la comprensión y respeto hacia comunidades diversas de manera poco natural. En cambio, ‘Cassandro’ lo hace diferente.
Uno de los aciertos es que cuenta con un excelente soundtrack. Las canciones realmente aportan valor e impacto a la escena al grado que puedes sentir lo que el personaje vive, no importaba si es placer, tristeza, euforia o alegría.
En cuanto a la parte estética, lo más memorable se encuentra en la fotografía, vestuario y colorimetría de la película. Cada momento parece estar estratégicamente pensado y planeado para que se vea estético y ad hoc a la escena, lo cual brinda la oportunidad de ver la evolución del personaje principal cuya vida tiene matices tanto brillantes como oscuros.
La riqueza de temas y subtemas que aborda la película es tan amplia y compleja que difícilmente pueden profundizar y explicarse.
También, lo que aún no queda claro de la cinta es el personaje de Felipe, el sobrino de Lorenzo, quien es interpretado por el cantante Bad Bunny; no hay suficiente claridad en cuanto a la importancia o el rol que desempeña.
Su presencia podría ser una estrategia, ya que hay que recordar que la cinta fue grabada cuando el ‘Conejo malo’ era todo un fenómeno social y, posiblemente, se recurrió a él para acercar a un público más jóven, especialmente si hablamos de la lucha libre, una práctica tradicional de nicho.
