Frida Kahlo , una de las artistas mexicanas más importantes y reconocidas en el panorama del arte universal y también de las que más pasiones y conversación genera, dejó rasgos de sus amores en cartas y en algunas de sus pinturas más emblemáticas.
La sexualidad, el amor complejo y una visión poco normativa de las relaciones amorosas y eróticas, forman parte de la narrativa paralela en su biografía. Pero aunque muchos de los amores de Frida Kahlo eran secretos o quizá poco comunes para la sociedad de la época, la pintora, quien formaba parte de un importante grupo de intelectuales de la primera mitad del siglo pasado, dejo pistas muy visibles.
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Los amores de Frida Kahlo y los testigos que dejó
'Diego y yo', el último autoretrato de Frida Kahlo
La leyenda dice que este autorretrato fue el último que la pintora realizó cinco años antes de su muerte. En él, la artista plasma su cara llorando y en el área del entrecejo, coloca a Diego Rivera.
Esta pieza representa en muchos sentidos la tempestuosa y caótica relación de amor entre ambos. Fechado en 1949, la obra se vendió en 35 millones de dólares, cifra con la que batió todos los récords para el arte latinoamericano.
Alejandro Gómez Arias, el primer amor de Frida
Fue el primer novio de la pintora, cuando ella tenía 18 años. El 17 de septiembre de 1925, él acompañaba a Frida cuando sufrió el trágico accidente a partir del cual su salud se vio mermada.
Se cree que su relación se extendió por dos años después del accidente, y en una carta fechada en 1927 le cuenta sobre su estado de salud, que están por realizarle una radiografía y que se encuentra postrada en una especie de carretilla para que la puedan acercar al sol.
“Tú sabes que yo lo daría todo para que estuvieras contento, y sobre todo ahora que estás solo, porque acá entre nosotros tú sabes ser feliz”, se lee en la misiva que se encuentra en el Museo Dolores Olmedo.
León Trotsky amaba a Frida Kahlo
“Te ame desde siempre y a escondidas. Me encontraba dueño de un juego de principios en los que me arrellanaba como un castor, y esquivaba el fantasma de tu bigote, tu porte de soldadera y esa sed de besos”, le escribió León Trotsky a Frida en una carta de despedida encontrada en los archivos de los veteranos del partido Comunista de la Unión Soviética.
Diego Rivera, que abogó ante el presidente Lázaro Cárdenas para darle asilo al expatriado ruso, fue el mismo que lo corrió de la Casa Azul después de descubrir la infidelidad. Los amantes que se llevaban casi 30 años de diferencia, se escribieron cartas por años, hasta el asesinato de Trotsky.
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Chavela Vargas, “se me antojó eróticamente”
En una carta destinada al escritor Carlos Pellicer y amigo de la pintora, le escribió sobre su encuentro con la cantante nacida en Costa Rica.
“Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más, se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo, pero creo que es una mujer lo bastante liberal que si me lo pide, no dudaría un segundo en desnudarme ante ella. Cuántas veces no se te antoja un acostón y ya. Ella, repito, es erótica”, se lee en el escrito.
En el documental de la cantante, ella comenta que vivió unos años en la Casa Azul, junto a Frida y Diego. Sin embargo dejó el recinto de Coyoacán, porque no soportaba la presencia y el trato de Rivera.
La fotografía en los amores de Frida Kahlo
Su padre era fotógrafo, y para ella este arte estaba estrechamente vinculado a sus afectos. Su mejor amiga, Tina Modotti, también fue fundamental. Uno de los fotógrafos más famosos de la época, Nickolas Muray, también fue un amante trascendental en la vida de la pintora.
Ambos intercambiaban cartas en las que se manifiestan afecto, cariño y deseo. Él, particularmente, se notaba molesto por la relación con Rivera y, por sus epístolas, parecía que tenía interés en que la pareja se separara para él poder vivir su romance con ella.
En el archivo de American Art, Smithsonian Institution, se encuentra una carta sobre la estadía de Frida Kahlo en Francia. En ella cuenta a su remitente sobre la logística en torno a su exposición de arte en París y sus encuentros con André Breton y Marcel Duchamp. La pieza también tiene una especie de dije sobre unos peces y unas flores de metal.
Cartas a José Bartolí
El artista excepcional barcelonés, José Bartolí, conoció a Frida en Nueva York, donde se encontraba en un hospital para recibir un tratamiento quirúrgico para su columna vertebral. Ya en recuperación y de vuelta en México, mantuvieron una relación por correspondencia.
Él firmaba con nombre de mujer para no desatar la ira de Rivera y ella usaba el seudónimo de Mara. Estas cartas inéditas, que datan de 1946 a 1949 y comprenden más de 100 páginas en español, fueron guardadas en secreto y guardadas por Bartoli hasta su muerte en 1995. Permanecieron en posesión de la familia de Bartoli, quien tomó la decisión de ofrecer las cartas en una subasta en 2015.
En una carta de octubre de 1946, Kahlo escribe: “Mi Bartoli… No sé cómo escribir cartas de amor. Pero quería decirte que todo mi ser se abrió para ti. Desde que me enamoré de ti todo se transforma y se llena de belleza... el amor es como un aroma, como una corriente, como la lluvia. Tú sabes, cielo mío, llueve sobre mí y yo, como la tierra, te recibo”.