Entrevista: En la cabeza (y corazón) de Juan Manuel Bernal
Es uno de los actores más prolíficos de su generación y recientemente estrenó la serie para Prime Video La Cabeza de Joaquín Murrieta, un western que lo conecta con su memoria familiar.
El de Juan Manuel Bernal es un nombre asociado con la televisión, el cine y el teatro en nuestro país. Es uno de los actores más prolíficos de su generación y ha conseguido sin miramientos adaptarse a los cambios de una industria dictada por las plataformas de streaming. Su reciente proyecto: protagonizar la serie para Amazon Prime La Cabeza de Joaquín Murrieta.
En la reciente producción en México de la plataforma, Bernal interpreta a Joaquín Murrieta, una especie de Robin Hood mexicano que, en plena fiebre del oro y tras la pérdida del territorio, recorre la nueva frontera entre México y Estados Unidos para recuperar el oro y entregárselo a quien consideraba necesario.
En esta conversación, el actor ganador del premio Ariel, nos habla de la intuición precisa que se requiere para descifrar la rabia en un personaje, de la intensa interpretación física que demandó el proyecto y de aquellas cosas que sólo llegan con el tiempo.
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Encarnar a Joaquín Murriera
¿Cómo te llegó esta propuesta?
Tenía dos o tres propuestas en la mesa para escoger; sin falsa modestia eso me estaba pasando. En eso me dicen: está este western y que había que hacer casting y le dije, “quiero saberlo todo”.
¿Lo que llamó tu atención fue la palabra western?
Sí, sonaba muy fuerte en mí, es un género que vi de niño con mi padre y fue lo primerito que vino a la memoria y a la mente. A mí papá le encantaban los westerns.
Fotograma de la serie La cabeza de Joaquín Murrieta, protagonizada por Juan Manuel Bernal. (Cortesía Amazon Prime. )
En la serie, ambientada en la época de la fiebre del oro, interpretas, justo, a una especie de Robin Hood, ¿cómo te conectas a nivel personal con esta historia?
Siempre tuve presente a mi abuela en el rancho, que agarraba de la tienda del pueblo, que era de mi abuelo, unos costales para llenarlos de cosas para llevarlas a la gente más necesitada en los cerros. Tengo que hacerle un homenaje a mis antepasados que amo tanto. Todas mis infancias fueron en el rancho y entonces mi contacto con la naturaleza y los animales, con los cerros, las nubes, las lluvias, son de ahí. Me sonaba muchísimo que este proyecto iba a ser así y no me equivoque.
¿Qué descubriste en el interior del personaje?
Joaquín está roto, lleva muchos años roto y está enojado porque se le rompió la patria y se le rompió su vida. Fue construirlo a partir de eso, a partir del dolor.
Necesito un motivo para levantarme a las cuatro de la mañana e irme a un llamado y el motivo es, qué me espera del otro lado.
Hay escenas de acción, muy físicas para el personaje ¿cómo fue construir ese otro elemento?
Eso ya fue más complicado (risas). No es lo mismo a los 25 que a los 50. Hay un paralelismo bien interesante que me desafío: yo iba a interpretar a un anciano cuando yo todavía me visto y me siento chavito, con mis 50. Era algo complicado porque tenía que contextualizar sobre todo para entender que en el siglo XIX, un hombre de 50 años estaba en el final de su vida y yo tengo la misma edad y no me siento para nada en el final.
¿Desde ahí venían las notas de dirección?
Sí, pero también las mías. Yo tengo muchos años que decidí no ser un ejecutante nada más, sino ser un creador. Mucho tiempo fue solo el instrumento y aprendí que yo soy un creador y que yo tengo muchas cosas que aportar y también la experiencia habla.
Fotograma de la serie La cabeza de Joaquín Murrieta. (Cortesía Prime Video. )
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Actuar, "no darlo por hecho"
¿Crees que esta idea es propia del estado actual de la industria?
No, no creo que sea nuevo, yo lo viví desde que era un principiante. Tuve la fortuna de trabajar con leyendas del cine mexicano: Katy Jurado, Marga López, Carmen Montejo, actrices que se formaron en el teatro: eran estrellas y actrices impecables. Veía la relación que tenían con los directores, la libertad de crear; yo no podía, estaba empezando.
A estas alturas del partido, después de tantos años en esto, si yo no encuentro esos incentivos, me aburro y entonces prefiero no hacerlo.
Juan Manuel Bernal interpreta a Joaquín Murrieta en la serie de Amazon Prime. (Cortesía. )
Tú que has trabajado durante muchos años en la televisión, particularmente, ¿cómo pulsas la transición a las plataformas y las historias que se están contando?
He sido alguien que toda su vida de carrera artística o de carrera de actor ha batallado con eso, con las historias que cuento. A veces la misma realidad me regresa al punto de inicio y es desesperante. Pero luego te encuentras proyectos como este en donde digo, “hay esperanza, podemos contar las historias de otra manera”. He sido alguien que ha estado constantemente y que de repente me regresan al inicio y me revelo y digo no y viene un proyecto como este y digo sí se puede.
¿Hay algo que te acompañe desde los inicios de tu carrera?
La manía es dejarme sorprender, no dar por hecho nada, llegar al primer ensayo, a la primera lectura como la primera vez y es muy difícil pero si se puede, me lo exijo y me lo repito diario.
¿Ha llegado el punto en que digas ”puedo hacerlo todo, soy Juan Manuel Bernal?
El día que me pase eso, creo que me retiraré. Porque encontraría el aburrimiento. Necesito un motivo para levantarme a las cuatro de la mañana e irme a un llamado y el motivo es, qué me espera del otro lado. No darlo por hecho.
