Aún ahí, en una idílica provincia europea donde la vida puede sortearse con sencillez entre ir al colegio en bicicletas, trabajar en el campo y pasar tardes de juego en el campo con tu mejor amigo, la opresión, el prejuicio, el señalamiento y la indolencia se hacen presentes. Este es el motor narrativo de Close, el segundo largometraje de Lukas Dhont, nominado al Oscar a mejor película internacional.
Léo y Rémi que apenas están dejando la infancia atrás para adentrarse en la adolescencia, son inseparables, comparten las tardes de juego, las comidas en casa y uno es el espectador privilegiado de las prácticas de clarinete del otro. Ni uno ni el otro posa calificativos sobre su relación hasta que los demás lo hacen.