Michelle Garza Cervera: “La experiencia en el mundo como mujeres es horrorífica”

En muchas ocasiones se dice que cuando se estrena una película, “se suelta al bebé”, dada la historia de este filme, el comparativo es mucho más oportuno. “Si tiene algo muy particular e irónico con lo que habla la película. De cierta forma también siento que he maternado este proyecto y eso genera unos apegos muy rudos y difíciles de soltar pero que también se siente que ya es el momento”, explica.

Huesera cuenta la historia de Valeria, una mujer que, después de mucho desearlo, se embaraza. Esto desata una serie de situaciones aterradoras para ella. Es una cinta que explora en la monstruosa presión y los simbolismos culturales que la sociedad posee sobre la idea de la maternidad.

La cineasta ha explorado durante más de una década el género de horror a través de diversos cortometrajes. Tenía la certeza de que su primer filme de largo aliento estaría enclavado en esta clave. “Me gusta lo rebelde y lo valiente que puede ser el género”.

Desde la perspectiva de Michelle, el género tiene posibilidades para articular un diálogo con lo cotidiano, más allá del grito o el susto que puede entretener y ser el gran atractivo comercial. “Siempre se ha tratado de indagar e inspeccionar procesos muy complejos y emocionales de la humanidad, sociales y políticos”. Para ella no es difícil encontrar esta posibilidad ya que, confiesa, los temas que le obsesionan, fascinan o la llenan de curiosidad, se pueden inspeccionar a través del horror.

La maternidad en particular, comenzó a trastocar a partir de la observación de su madre, sus abuelas y a sí misma. Comenzó a encontrar aquellas ideas arraigadas y los reclamos sociales que establecen un camino único sobre la maternidad y de las que se habla y reflexiona poco. “El horror se encarga de hablar de lo silenciado, de lo oculto, de todos los tabúes; por eso es tan atractivo".

La presencia de la maternidad en la narrativa del cine, la literatura y las series, no es algo que se sorprenda a esta realizadora, desde su perspectiva vivimos una fuerte ola de feminismo que se está haciendo preguntas, preguntas que, bajo su perspectiva, también estuvieron presentes en los años 40 o 70. “Son temas que van y vienen, no es nada nuevo lo que se está discutiendo en Huesera; se ha tratado de discutir mucho en el género, en la literatura, pero creo que siempre hay un backlash que al final de cuentas vuelve a culpar a las madres y a las mujeres de tantos problemas de la humanidad”.

“Siempre hemos estado ahí”, cuenta y se remite directamente a Frankenstein o el moderno Prometeo, la obra fundacional de Mary Shelley y también de las letras latinoamericanas. “Creo que el realismo mágico está más en manos de escritoras como Elena Garro y Amparo Dávila que, tal vez, en manos masculinas. El horror ha partido de la experiencia y la perspectiva femenina”.

En el terreno cinematográfico, que es el que nos ocupa con Huesera, no suelen ser las mujeres quienes tienen el control de una industria donde, dice, muchas cosas se tratan de dinero. “Pocas veces, las grandes plataformas o industrias le tienen fe y confianza a las mujeres, lamentablemente”, señala.

La diferencia está en desde dónde se pone la cámara y que las historias se cuenten desde otro lugar. Las cineastas, piensa, vemos el mundo desde otro lugar. “Tiene que ver con cómo vemos el mundo y es innegable que nuestra experiencia en el mundo como mujeres es horrorífica en muchos sentidos”, finaliza.

Huesera, de Michelle Garza Cervera y con las actuaciones de Natalia Solián, Sonia Couoh, Mayra Batalla, Aida López, Martha Claudia Moreno, Mercedes Hernández y Alfonso Dosal, está disponible ahora en los cines.