Chumel Torres: “Deberíamos ser más intolerantes a la estupidez”

Chumel tiene una muletilla: “güey”. La utiliza varias veces, en casi todas sus sentencias en defensa de una comedia que, no importa que sea incómoda, siempre y cuando de risa y cuando habla categóricamente de la “tribu progre” y de influencers que no siempre “son la gente más lista”.

“Con mayor frecuencia estamos tolerando cosas que no apelan al sentido común y este (su show) es un llamado de atención de ‘wey no estás solo, a mi también se me hace muy pendejo todo el mundo’”. El también escritor se refiere a la polarización en redes, a la cultura de la cancelación y a los creadores de contenido que “hablan con aliens” o que “sólo suben fotos en calzones”. “Deberíamos ser más intolerantes a la estupidez; muchas veces no decimos lo que pensamos por miedo a no ofenderte, pero pues si tu opinión es pendeja pues te lo voy a decir cabrón”.

En el show, cuenta, habla de lo qué pasó con HBO, el canal de televisión que canceló su programa por sus polémicos comentarios, las cosas que le han sucedido en los últimos años y, aunque no se plantea como un espectáculo político, si habla de por qué lo conoce el presidente. “Una labor de terapia para mí, hablar de lo que no me hace sentido de México, de la gente, de la sociedad en general. Ese mapa mental se fue dibujando poco a poco”.

Chumel se considera así mismo un influencer. Saltó a la fama hace casi 10 años con El Pulso de la República, un noticiero de comedia a través de YouTube y que hoy tiene una plataforma también en radio. “Antes ser influencer era sacar videos, hoy ganó una elección en Nuevo León ¿sabes cómo? Mariana Rodríguez es hoy gobernadora. El influencer ahorita está a otro nivel”.

Justo hace una década en la explosión de los creadores de contenido, se pensaba que estas figuras virales serían los grandes transformadores de aquello que se conocía como los medios de comunicación. Lo único que cambió, dice Chumel, es que hoy los usuarios consumen lo que quieren. Desde su visión es como una central de abastos en la que hay buen y mal producto. “En el mercado hay cosas muy nutritivas pero también hay churrumaiz (chatarra). Yo me considero del primer grupo”.

Últimamente se ha abierto un debate amplio sobre la comedia y sus límites. ¿Se vale reírse de todo? es una de las grandes preguntas entre los comediantes y el público. La respuesta divide a todos. Pero para Chumel parece que la conclusión es un poco más sencilla.

“Güey, Le preguntas al peor. Yo, mientras esté chistoso, me voy a reir”. Para él lanzar un chiste sobre un crimen no convierte a quien lo cuenta en criminal; reírse de un chiste sobre Michael Jackson no quiere decir que ambos son pederastas. “Güey, la comedia es tan libre y arranca algo que es tan definitivo como es la risa; a la risa no la puedes engañar”.