Clyo Mendoza, Yásnaya y Camila Sosa en el regreso presencial de la FILO
La Feria Internacional del Libro de Oaxaca regresó a sus actividades presenciales con la presencia de las escritoras Clyo Mendoza, Yaznaya Aguilar y Camila Sosa Villada.
Arrancó la edición número 42 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), que regresa con sus actividades presenciales. La primera de ellas, la presencia de la escritora argentina Camila Sosa Villada y las mexicanas Clyo Mendoza y Yásnaya Elena A. Gil.
El Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) fue el escenario ideal para este encuentro que, bajo el tema El espacio y sus posibilidades, se llevó a cabo del 21 al 30 de octubre con casi 400 actividades y cerca de 300 invitados e invitados, además de 64 stands de expositores.
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Para dar inicio a este evento, estuvieron presentes Vania Reséndiz Cerna, directora general de la FILO; Alejandro Murat Hinojosa, Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca; y Francisco Martínez Neri, presidente municipal de Oaxaca de Juárez.
No le tengo tanto respeto a la literatura
Camila Sosa Villada
Para inaugurar la 42 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) se ofreció una conversación con la escritora, actriz y dramaturga argentina Camisa Sosa Villada, cuya novela Las malas fue considerada una de las mejores publicadas en 2019 y ha sido traducida a más de diez idiomas. Acompañaron a esta autora la poeta y narradora oaxaqueña Clyo Mendoza, nombrada 31 mujeres que amamos este año por la revista Quién y la lingüista, activista y escritora mixe Yásnaya Elena A. Gil.
Sosa Villada, quien se identifica como travesti y conoce de cerca el mundo de la prostitución por haberla ejercido, aseveró que la experiencia de una identidad (en su caso la travesti) es intransferible, por lo cual difícilmente un autor o autora podría escribir sobre un mundo que desconoce. A pesar de eso, declaró que desde hace algunos años decidió “despegarse” de aquello, y dejar de ser “la escritora travesti” para asumir dicha identidad como una experiencia más en su vida.
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"Decidí no hacerme más cargo de esa demanda de responder por un colectivo (el travesti y transexual), que además es una carga enorme, es agotador”. Sobre esto mismo, dijo que desde 2019 cuando se publicó Las malas, las y los reporteros le hacen las mismas preguntas, que van más sobre su vida personal que sobre su obra. “La identidad es una reducción de la experiencia”, aseguró.
La experiencia de ser travesti y haber trabajado como prostituta dijo, “es importante para mí porque me ha servido para hacer literatura”. Además, de esto, explicó que en su obra recurre mucho a la tradición oral. Prueba de ello es la inclusión constante de la Difunta Correa, una santa venerada al margen de la religión oficial en su natal Argentina. “Tuve una educación escueta, pero tenía las cosas que se contaban en mi familia, en mi pueblo. Tengo poco de donde agarrarme intelectualmente, pero mucho emocionalmente”.