Isaac Hernández: fouettés, improvisación, goce y ovaciones
El bailarín mexicano logró reunir sobre el escenario del Auditorio Nacional a grandes representantes de la danza internacional. La gala ‘Despertares’ concluyó con una rotunda ovación.
Hay música y hay improvisación; también hay abrazos y alegría en sus rostros. Los máximos exponentes de la danza están sobre el escenario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México y han hecho del encore de la gala Despertares, convocada por el mexicano Isaac Hernández, una celebración.
Los asistentes no dejan que los ejecutantes abandonen el escenario, los aplausos los reclaman de vuelta en las imponentes tablas del coloso de Reforma. Una y otra vez le ponen play a Impossible de Lion Babe en un remix de Jax Jones y un juego de improvisación se gesta. Movimientos de breakdance, imposibles giros, piruetas y puntas de ballet, mientras el público sigue agradeciendo la velada que comenzó horas atrás.
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A las 20:30 puntuales, las luces del foro se hicieron tenues hasta hacer casi un oscuro. Detrás del imponente telón de boca rojo aparece Isaac Hernández. El público se deja ir en un intenso aplauso para el bailarín mexicano que en 2018 se alzó con el Benois de la Danse, el máximo galardón al que un bailarín clásico puede aspirar y que a lo largo de estos años ha puesto a México en el mapa de esta disciplina. “Gracias por estar aquí y por creer en el poder del arte”, dice.
El telón se abre y en unos sillones aparecen los integrantes de Ghetto Funk Collective. La agrupación da una contundente apertura. Su ejecución es en la danza lo que el jazz podría ser a la música: una calculada improvisación energética donde los cuerpos de estos cinco bailarines -a veces sincronizados, a veces autónomos- se entregan a las notas del saxofón de Eddie Harris y al funk, soul y disco de Rick James. El ciclorama al fondo del escenario se tiñe de rojo. Lo hacen las luces. Aparece Isaac Hernández en el traje de gala para interpretar a Don Quixote, junto a la prima bailarina brasileña del Royal Ballet, Mayara Magri. La agilidad de sus cuerpos y las sonrisas en sus rostros hacen pensar que cada una de sus ejecuciones fueran sencillas, pero las gotas de sudor que salen expulsadas de sus frentes en cada giro confirma lo contrario.
La gala Despertares es un ir y venir, de los Pax De Deux del ballet clásico a las propuestas de danza contemporánea.
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Los pares de ojos que se cuentan por miles se asombran con las insospechadas movimientos corporales del español Chey Jurado quien logra entrelazar los aspectos que provienen del hip hop (bboying, popping y locking) con la expresividad de la danza contemporánea. Jonathan E. Alsberry, William Briscoe y Siphesihle November se desplazan por todo el escenario con movimientos que a veces remiten a la danza africana y a veces al voguing de la cultura queer undergroud.
En los momentos clásicos, vemos a la japonesa Misa Kuranga hacer levitar en cada salta el etéreo vestido de gasa beige que porta, mientras que el mexicano Esteban Hernández se aventura en la serie de dobles tours en l’air que demanda la coreografía de George Balanchine para Tchaikovsky Pas de Deux. El cierre de este primer acto fue un fragmento de Diana & Acteon, interpretado por la estadounidense Mabinty DePrince y el italiano Francesco Gabriele Frola, este último ovacionado por la calidad de sus saltos.
Intermedio.
La segunda parte del espectáculo estuvo determinada por dos momentos: la vivacidad de los argentinos Lombard Twins y la extraordinaria presencia de Geo Meneses junto a Los Macorinos. Los primeros interactúan, juegan con el público mientras demuestran su destreza con los zapatos de claqué, los segundos conectarón profundamente con el tema 20 años. Al final, los hermanos Hernández se apoderan del escenario. Pantalón negro y camisa blanca relajda, interpretan My Way de Frank Sinatra en la coreografía de Stephan Toss, un tema que ya es significativo para ellos. Ovación para ambos. Después, la fiesta.