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‘Memoria’ de Apichatpong Weerasethakul, cine a otro ritmo

Protagonizada por Tilda Swinton, la reciente película del celebrado cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul, llegó a salas de nuestro país.
vie 25 febrero 2022 08:00 AM
Version 2
La actriz Tilda Swinton y el cineasta Apichatpong Weerasethakul.

Una mujer dormita. Una ligera cortina deja pasar los primeros rayos del día y el ligero zumbido de la madrugada se interrumpe con un golpe en seco. Podría ser un derrumbe, un ataque, algo pesado y metálico cayendo sobre la tierra. No lo sabemos. Jessica, la protagonista de Memoria, reciente filme del tailandés Apichatpong Weerasethakul, se despierta y deambula aún pesarosa y angustiada. Aquí comienza su búsqueda por explicarse que es este sonido.

Este es el primer proyecto que el celebrado director filma en América Latina y para ello convoca a la actriz inglesa Tilda Swinton y la inserta en una cotidianidad Bogotana, a veces bulliciosa, a veces parsimoniosa.

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Este es el primer proyecto que el celebrado director filma en América Latina y para ello convoca a la actriz inglesa Tilda Swinton y la inserta en una cotidianidad Bogotana, a veces bulliciosa, a veces parsimoniosa.

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Tilda Swinton protagoniza esta historia.

La mujer que protagoniza esta historia se encuentra en esta ciudad para visitar a su hermana que está hospitalizada. A pesar de los rasgos visibles y obvios que nos dejan claro que ella es una extranjera, esta mujer es una extraña. Habla español con cierta fluidez y claridad y aún así parece que se encuentra en dimensiones distintas.

Y es por eso que este sonido que tanto la inquieta no logra ponerlo en palabras y no consigue transmitir con claridad la sensación que le provoca. Esto cambia cuando conoce a Hernán, un joven ingeniero en sonido y músico, interpretado por el actor colombianao Juan Pablo Urrego, quien comienza a desplegar sus talentos para poder traducir ese ruido. Él la entiende, conoce ese lenguaje.

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Ella se refiere al estallido como “mi sonido” y ese sentido de propiedad dan las señales claras que es algo que proviene de ella, que no está en otro lugar y considerar la locura y la inestabilidad mental comienza a ser una opción.

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Tilda Swinton y Juan Pablo Urrego.

Pero esta película no va de la locura, ni de la alucinación. Tampoco del entendimiento o de la reflexión profunda. No hay una certeza al respecto. Es curioso que en un momento donde el cine tiende a ser explicativo en formas exhaustivas y con pretensiones técnicas y visuales elevadas, esta cinta tira la cuerda justo hacia el lado contrario. Deja en el espectador una sensación de incertidumbre e incomprensión -similar a la que habita en Jessica- enmarcada en secuencias de abordaje simple y lento que nunca dejan de ser estéticas y estimulantes.

La simpleza visual se convierte en una relación poética entre los espacios, la complejidad emocional y mental de la protagonista. Un paso entre lo místico, lo geológico, lo futurista y lo contemplativo de una realidad improbable.

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