En medio de una de las conversaciones cruciales en el uso del español, la Real Academia Española (RAE) presentó la actualización 23.5 del Diccionario de la lengua española con 3,836 modificaciones, entre adiciones, nuevas acepciones y enmiendas.
De este número considerable de cambios, llaman la atención dos campos que evidencian cómo el devenir de las sociedades y el uso del lenguaje mantiene un estrecho vínculo: la visibilidad sexual y la tecnología.
A pesar de que la lucha por la visibilidad de comunidades LGBT+ lleva más de 50 años librándose en las calles y en los medios digitales, es la primera vez que algunas palabras en estos campos figuran en el diccionario del español.
Transgénero: persona que no se siente identificada con su sexo anatómico, o su opuesto cisgénero: persona que se siente identificada con su sexo anatómico. Son algunas de las palabras que debutan en esta actualización digital del diccionario junto a poliamor: relación erótica y estable entre varias personas con el consentimiento de todas ellas y pansexualidad: la atracción sexual hacia cualquier individuo u objeto.
Estas inclusiones podrían leerse como un paso importante en la visibilización de la diversidad sexual, sin embargo también ejemplifican la paradoja de que el lenguaje va más allá de las instituciones que buscan validarlo.
La RAE ha presentado la actualización 23.5 del «Diccionario de la lengua española». En concreto, en esta nueva edición de la obra se han llevado a cabo 3836 modificaciones, tanto adiciones de artículos y de acepciones como enmiendas.
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La estrecha relación que la era contemporánea ha planteado con la tecnología también se ve reflejada en esta nueva versión del diccionario. Bitcóin: moneda digital; bot: programa que imita el comportamiento humano; criptomoneda: moneda virtual gestionada por una red de computadoras que cuenta con un sistema de encriptación, o geolocalizar: determinar la ubicación de alguien o algo valiéndose de medios técnicos como el GPS; son algunos ejemplos.
Y en ese terreno también la pandemia ha hecho de las suyas y webinario, uno de los conceptos popularizados en los tiempos de confinamiento ya tiene también su espacio en este documento como presentación de carácter formativo que se transmite vía internet.
Esta es la revisión con más modificaciones. En 2019 fueron unas 1.100 y cerca de 2.500 en 2020, pero esta ocasión ha superado las 3,800 observaciones. El lenguaje inclusivo sigue en completo debate entre los académicos.
La RAE da a conocer las novedades de la versión 23.5 del «DLE», en una presentación a cargo del director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, y la directora de la 24.ª edición del «DLE», la académica Paz Battaner.
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