Guillermo del Toro, el perfecto cómplice de Denis Villeneuve
El cineasta de culto asegura en un encuentro remoto que está muy agradecido con el tapatío por sus enseñanzas, que se tradujeron en una guía honesta y amorosa para terminar de filmar la cinta 'Dune'.
Denis Villeneuve tenía sobre sus hombros una tarea compleja: llevar del texto y de la imaginación colectiva a la gran pantalla una de las novelas maestras de la ciencia ficción, escrita por Frank Herbert en 1965, Dune. Para lograrlo el cineasta canadiense —quien sin duda ya es de culto— confió en un mexicano para recibir consejos.
La ayuda provino nada menos que de otro referente de la cinematografía nacional e internacional, el tapatío Guillermo del Toro y el filme quedó tan bien, desde la perspectiva de Denis, que no dudó en aceptar que no hay una director’s cut version, sino que lo que el público verá, desde el 21 de octubre, es lo que quiso mostrar.
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"Después de casi años trabajando en esta película, te enfrentas al riesgo de no tener ya una perspectiva, las cosas ya las tienes demasiado cerca y necesitas crear cierta distancia. Para lograrlo, siempre es bueno traer nuevos ojos, unos que estén frescos", dice Villeneuve en un encuentro remoto en el que participó Quién.
Fue ahí que entró a escena Memodel Toro, comenta Denis con un tono de voz que deja en claro que hay una amistad entrañable entre los dos: "Al terminar mi primer corte fue el momento en el que necesite un consejo para estar seguro de que estaba en la dirección correcta.
"Necesitaba esa perspectiva, tenía que estar seguro de que las cosas que pensé estaban realmente ahí, que no sólo estaba proyectando lo que yo deseaba que estuviera en el filme; así que necesitaba alguien en quien confío, a quien le tengo una gran admiración y profundo respeto", abundó Villeneuve.
Denis enfatiza, sin ningún reparo que buscó "el consejo de un maestro", y lamentó que "no hay mucha gente así en la industria, a quienes como cineasta puedas recurrir y enseñarles uno de tus primeros cortes y que lo vea como es, lo abrace y sea del todo generoso para decirte la verdad al respecto (risas)".
Villeneuve insiste que "así es como pienso de Guillermo, es uno de los pocos individuos que sé que me dirá la verdad, así que el fue el primero en ver Dune. Fue una hermosa experiencia ver la cinta con él y me dio consejos fantásticos que me ayudaron a terminar la película y me guio hasta el final del túnel".
Denis, conmovido, asegura que aún está agradecido de que Memo haya aceptado hacerlo, que "haya tenido esa generosidad de ver la película conmigo y después tener una cena fantástica, hablando de la película y del cine en general. Es un ser humano generosísimo y un fantástico cineasta, por su puesto".
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Otro gran maestro
En Dune una escena fundamental para Villeneuve se da en un sitio ajeno, con un encuentro inesperado y para lograr que ese instante fuera todo lo poderoso que quería, y que todo el largometraje estuviera plagado de intenciones, recurrió a otro grande, pero ahora del score: Hans Zimmer, a quien también le está muy agradecido.
"No fue que Hans trajera todo el score para la película, fue un proceso muy largo, trató de reinterpretarse y expresarse en una nueva manera, trató de encontrar otro enfoque en cuanto al ritmo, incluso con nuevos instrumentos", comparte Denis de la labor de uno de los mejores compositores de nuestra era.
Villeneuve revela entonces algo íntimo, Zimmer estaba "obsesionado con la idea de que la música tenía que sonar como si viniera de otro mundo, de otro tiempo… quería estar seguro de que no sonara como que era de la Tierra, sino que venía de otro planeta, así que lo llevó al extremo y creó nuevos instrumentos.
"Fue muy hermoso verlo desarrollarlo, rompiendo sellos, tratando de ponerse a sí mismo en este riesgo, es muy conmovedor ver a un gran maestro tratando de reinventarse a sí mismo. Amo muchísimo el score, pero tomó un largo periodo de tiempo para crearlo", comparte Denis.
El cineasta menciona que en varias ocasiones se conmovió con las composiciones que Hans le llevaba, y tiene una favorita, que el público podrá identificar cuando vea Dune, que involucra a Paul Atreides (Timothée Chalamet) y que lo lleva a sentirse en casa en un lugar lejano, frente, ¿a una amenaza?, y tener una transformación espiritual.
"Le pedí a Hans que se inspirara en los cánticos que hacíamos cuando éramos niños y estábamos en la escuela católica. Cuando escuché lo que hizo, lloré porque pensé que lo logró, es uno de los scores más bellos que he escuchado y para mí tener la oportunidad de trabajar con un maestro así es un privilegio y me conmueve", finaliza.