Una noche, la escritora peruana de 31 años de edad Natalia Sánchez Loayza, cayó en cuenta de todas las veces que había intentado publicar un texto suyo sin éxito. Tenía que intentarlo una vez más, dice. Fue entonces que se postuló al premio Aura Estrada, una convocatoria bianual que, en memoria de la joven autora mexicana, reconoce el trabajo de escritoras menores de 35 años de edad.
Durante la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el fallo del jurado, la escritara ganadora habló de la situación de muchas creadoras literarias, de “tener algo que decir y que no te escuchen”. Agregó que “lo que nos toca como escritoras es seguir escribiendo, seguir escuchándonos a nosotras mismas primero, apostar por esa idea a la que le hemos dado vueltas y vueltas, seguir mostrando lo que escribimos, primero a nuestras amigas y luego a todo aquel que sea necesario. Si no lo hemos hecho ya, equivoquémonos, publiquemos textos malos y hagámoslo cada vez con menos vergüenza hasta que publiquemos algo que sea mejor”.