María Hanneman, la pianista fanática de Billie Eilish
María Hanneman, la pianista mexicana de 15 años de edad, nos cuenta que además de Mozart, es una fanática de Ariana Grande, Shawn Mendez y Bille Eilish.
Maria Hanneman es una pianista mexicana de 15 años de edad. Con tan pocos años de vida, se ha presentado en el Carnegie Hall de New York y el Royal Albert Hall de Londres, salas de suma importancia para la música de orquesta. Durante el invierno del 2020 fue invitada por el tenor mexicano Javier Camarena a grabar la canción Blanca Navidad; a quien acompañará en una gira por México, en la cual cumplirá su meta de presentarse en el Palacio de Bellas Artes.
Para María la música es su vida y el piano su hermano. Lo nombra así pese a no ser una persona, el piano la ama y ella también a él. Además también pasan por los enojos típicos de estas relaciones. “Suena raro, pero hacemos todo lo que hacen los hermanos: desesperarse, odiarse, amarse, todo eso junto.” afirma la pianista.
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Para mejorar, Hanneman práctica 4 horas diarias su repertorio, pone especial atención en las notas que le dejan sus maestros y lee un poco de música. La pianista cuenta que cuando comienza a cansarse de esta rutina, para no fallar, visualiza lo que ha logrado y lo que quiere lograr. A lo que aspira como pianista es a mantener una carrera para presentarse en más recintos importantes y con más músicos increíbles.
Por otro lado, un poco más seria, platica que en comparación con sus compañeros de clase, ella percibe que estudiar piano le ha brindado mucha disciplina. Asimismo, invita a los jóvenes de su edad a escuchar otros géneros y explorar nuevas cosas. “no todo es reggaeton y Maluma, escuchen otro tipo de géneros. Te pueden emocionar y sorprender”.
María Hanneman se ha presentado en el Carnegie Hall de New York y el Royal Albert Hall de Londres.(Cortesía. )
No todo es reggaeton y Maluma, escuchen otro tipo de géneros. Te pueden emocionar y sorprender.
Para comenzar a escuchar música clásica, recomienda el concierto número 23 de Mozart, que ella misma toca. Su historia con este compositor austriaco, comenzó desde que era una recién nacida. Por motivos de salud sus padres no podían estar mucho tiempo con ella, así que , para que no se sintiera sola, le regalaron un peluche, que al apretarse sonaba la sonata número 16 del músico asutriaco. “Si pudiera hablar con él, seguramente no me saldrán palabras de lo nerviosa que estaría, pero si lograra decir algo, seguramente le daría las gracias por hacer la música clásica aún más padre”
Con calma y con aires pensativos, Maria deja en claro que lo que le da más miedo de su carrera es que la gente “le deje de hacer caso”, que le den menos oportunidades, ya sea por ser mujer o por crecer. De igual forma, sabe que como pianista va a tener tropezones, por lo que a diario se esfuerza para poder seguir creciendo.
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Tocar piano, piensa, le ha ayudado a ser más paciente y menos acelerada. Afirma que muchas veces su instrumento le ha enseñado que nada sale a la primera, y que para conseguir lo que quiere necesita intentarlo muchas veces.
No todo es música clásica, en su día a día escucha Jazz por influencia de sus padres, al canadiense Shawn Mendes, a Ariana Grande y a la estadounidense Billie Eilish. Sobre la última -con la risa más prolongada de la entrevista- la describe como “una chica increíble, que hace música increíble”, y que le encantaría verla en concierto.
En los últimos años, muchos artistas de varios géneros, han intentado hacer colaboraciones con orquestas de música clásica, intentan fusionar el rap, trap, pop y hasta con reguetón. Dudosa, la pianista cree que normalmente está bien, a excepción de la mezcla con regueton, ya que desde su perspectiva, no hay una canción del género con valor artístico.
Por último, mencionó que actualmente lo que más disfruta tocar son Grand Valse Brillante de Frédéric Chopin y el preludio de las campanas de Rachmaninov, piezas con las que se siente muy cómoda y por las cuales siente mucha satisfacción, debido a la notable mejora que ella misma percibe con respecto a cuándo comenzó a tocarlas.
