“Esta exposición habla sobre la experiencia humana de las marcas en el cuerpo por la violencia”, expresa José Rivelino, escultor jalisciense conocido solo como Rivelino y quien presenta del 10 de septiembre y hasta el 30 de enero de 2022 en el nuevo Museo Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la exposición escultórica Víctimas y Victimarios, la cual explora temas como la violencia del hombre hacia la naturaleza, las marcas corporales por la agresión y los símbolos que la luz y la oscuridad ejercen sobre la vida humana.
La violencia humana, una constante en el arte de Rivelino
La exposición se compone de tres ejes temáticos divididos en tres pares de salas. En las primeras dos se constituyen de relieves hechos de carbón, cerámica y concreto que dan título a la muestra en su conjunto. El escultor menciona que la exposición hace reflexionar al público sobre “cuánto estamos dañando a una naturaleza ya de por sí dañada” y que dichos relieves son “una especie de metáfora de cómo nuestros avances y nuestra supervivencia ha hecho que arruinemos la supervivencia de la naturaleza”.
“Vivimos en una pelea constante entre el bien y el mal. En México cada vez más hay una creciente violencia en todos los niveles”, refiere Rivelino en cuanto a la segunda sección de la exposición titulada Lamento y que se conforma por 60 vasijas de barro acompañadas de la reproducción de un video en el que se muestra cómo fueron golpeadas y agredidas con diversas armas como navajas, cuchillos, picahielos, piedras, palos y puños. “Es para provocar la reflexión de cuánto puede afectar emocionalmente a una sociedad las marcas físicas en el cuerpo, ya sea las propias o las ajenas”. Rivelino destacó que esta sección es “la más fuerte de la exposición”.
Por su parte, las dos últimas salas están dedicadas a la luz, la oscuridad y la carga simbólica que esos dos fenómenos visuales ejercen sobre la vida humana. El artista explica que la luz y la sombra son muy importantes porque generan el volumen de la obra; “tú trabajas el volumen para generar una circunstancia física frente a la presencia de la vista del espectador”. Añadió que personalmente el color negro es “un lugar de quietud, de silencio” y que el color en sí mismo “es un actor más de mi propia obra”.
Sobre la Plaza de la Democracia del nuevo Museo Carolino, también se encuentra La caja táctil, una escultura de gran formato hecha para el espacio público y que ha sido expuesta en países como España, Inglaterra o Italia y habla de la libertad de expresión. “Me pareció interesante poner una pieza que habla de la libertad de expresión en la Plaza de la Democracia”, expresa el artista mexicano, sobre esta pieza que fue diseñada para la comunidad de ciegos, un cubo lleno de mensajes en braille que, dice, “genera curiosidad, misterio”.
Finalmente, Rivelino menciona que esta exposición lleva planeándose más de un año y medio, aunque realmente la propuesta de hacerla en la BUAP tiene 6 meses. Él mismo ya estuvo cuatro días presente en la exposición. “Las personas ya empezaron a interactuar, y están muy contentas.“Sí logro envolverlos como yo lo había planeado”, enfatiza.