“Microenormous”, una experiencia inmersiva al interior de Pug Seal

La recepción de este lugar es la segunda estación. Ahora es una mujer -que bien podría ser una Llorona u otro ente fantasmal- quien nos invita a mirar al techo desde el hueco que forman las escaleras del recinto para apreciar una instalación lumínica de un corazón la cual se distorsiona, se multiplica y configura a través de un pequeño prisma cristalino que nos entregan y por qué nos invitan a observar todo.

Entramos a una breve sala donde hay un comedor con sillas dispuestas para cada visitante. Nos piden tomar asiento. Frente a nosotros hay una taza con cacao que anunció su existencia a través de su aroma desde que subíamos los escalones.

Cerrar los ojos y respirar; respirar profundamente, serán las indicaciones constantes durante el recorrido. Una especie de meditación consciente que busca generar sensaciones de tranquilidad y empatar con el discurso del recorrido que parece tener como esencia la reconección.

En otra sala hay una referencia directa a la celebración del día de muertos, en otra más, una reflexión al cuidado y maltrato de la tierra a través de referencias simbólicas prehispánicas y otra invita a los espectadores a efectuar una especie de regresión al útero materno a través de una pieza lumínica y sonora.

Las siete salas han sido intervenidas por los artistas Sabino Guisu, Paolo Montiel, Jorge Orozco, Luis Diaz, Yupica y el colectevo Artes.House

Después nos piden que entremos a una habitación y que encontremos comodidad, que una visita inesperada está por llegar. Algunos visitantes se tumban en la cama, otros más en los sillones que están frente. Se hace un silencio incómodo y prolongado. Similar al que se suscita en los elevadores, donde un grupo de desconocidos evita el contacto visual fijando su mirada en el techo, el suelo, los detalles.

La espera se prolonga. La visita no llega. ¿Saldrá del arm,ario la anunciada visita? comenzamos a preguntarnos. Empezamos a sospechar que nadie entrara por las puertas y de a poco comienza a romperse el silencio con ligeros cuchicheos de los visitantes que vienen juntos. ¿Es un experimento social? –gira la idea en la mente.

Finalmente pasamos a una habitación al otro lado del pasillo. Un caleidoscopio de dimensión considerable divide a las clásicas camas gemelas de las habitaciones dobles. Asomarse a él es perderse en un infinito de colores leds y rostros que, para este momento, han dejado de ser del todo desconocidos.

Microenormous, es la oferta inmersiva del hotel Boutique Pug Seal. El recorrido tiene una duración aproximada de una hora y comienzan cada 20 minutos. Es necesario confirmar su visita y horario vía whatsapp: +52 (55) 5042 3232 o correo electrónico corporativos@pugseal.com.