Los artistas y promotores artísticos Diego Beyro y Amado Cabrales , fantaseaban con la idea de colaborar. El lanzamiento de La Semana del Arte de Zona Maco , les detonó la idea oportuna de generar un evento paralelo que, desde lo independiente, propusiera una comunidad. El resultado es Clavo , algo que ellos definen en esta entrevista como un movimiento.
Su intención, coincide, es hacerle frente a las dinámicas impuestas por las ferias de arte de gran formato que demandan de las galerías y expositores una inversión que en muchos casos puede elevarse hasta los miles de dólares y que, para ellos, resulta poco inclusivo sobre todo para los proyectos artísticos emergentes.
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“Es mucho riesgo tratar de financiar un proyecto emergente bajo los precios que ellos tabulan” menciona Amado. Para ello han creado un plan que llaman “de bajo riesgo” donde los galeristas y proyectos interesados en participar pagan una cuota de recuperación de mil pesos y al final, en un esquema establecido en la confianza, entregarán a Clavo el 10% de cada una de las ventas concretadas.
Al parecer este plan resultó atractivo para los expositores y emergentes. En principio el proyecto contempló la participación de 15 proyecto que han resultado en 31 gracias a un desplace de la información que, se dice, es la mejor publicidad: el boca a boca.
Artspace de Juan Bollás.(Cortesía)
Si le vamos a poner el título de la semana del arte, todo el arte debe de ser bienvenido.
El spot contemplado para la realización de esta “feria que no es feria” es la Casa Versalles en la Colonia Juárez de la Ciudad de México, la cual se unió al proyecto como sede socia, por lo cual no cobra renta y espera obtener dividendos del resultado.
A ninguno le preocupa el fracaso. “Lo peor que puede pasar es que no pasé nada. Toda esa conversación ya está sucediendo. No es un movimiento pensado por dos empresarios, viene de otra lógica, de otra dinámica” dice Diego.
La Quiñonera de Alejandro Gomez Arias. (Cortesía. )
La iniciativa plantea, también, la idea de comunidad a través de la unidad. Dice Amado que de cualquier manera estos proyectos hubieran buscado la manera de levantar la cortina durante estos días y la idea de Clavo es agruparlos en un solo sitio. “La idea es unir fuerzas”, sentencia.
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Lo que viene para este proyecto aún es incierto. Ambos confían en que para el mes de septiembre cuando se lleve a cabo la edición de Salón Acme y el evento de la recién formada Asociación de Galerías, podría ser oportuno una segunda edición de Clavo.
La Tangente de Anni Garza Lau. (Cortesía. )
Confían también que para el próximo año la pandemia permita tener un circuito mucho más establecido y certero de la Semana del Arte. Pero, en caso de que no sea así, “tenemos esta capacidad de mutar y de adaptarnos a lo creamos lo que está pasando, en lo que podemos aportar”, apunta Amado.
Finalmente y apuntando a las transformaciones de la industria del arte a partir de la pandemia, los artistas y promotores culturales dan fe de ese estudio publicado por Art Basel y UBS sobre el impacto del Covid-19 en el sector de las galerías que señala que casi el 50% de las ganancias que registró cada una de las 3 mil galerías consultadas durante 2019 se consiguieron durante las ferias mientras que en el año 2020, en el que muchos eventos presenciales se interrumpieron o cancelaron, apenas alcanzó el 16%.
Fuego de Beth Frey. (Cortesía. )
El soporte virtual no ha sido la respuesta para las artes plásticas. Lo presencial es fundamental, dice Beyro. “(lo virtual) nos da una herramienta, como soporte de la experiencia más no como un reemplazo. Podemos enriquecer y potenciar la experiencia generando mucho contenido, pero el arte necesita estar ahí, ver, dialogar y conversar. Necesita de eso”.
Clavo se lleva a cabo en la casa Versalles de la Colonia Juárez (Calle Versalles 113, Juárez, Cuauhtémoc, 06600 Ciudad de México, CDMX) Hasta el domingo 2 de mayo. Entrada 150 pesos. Aplican las medidas sanitarias y de distanciamiento social.
