La pandemia que casi lo ha transformado todo, nos ha planteado una nueva forma de relacionarnos con el arte contemporáneo. Las ferias, esos eventos que se habían convertido ya en citas anuales casi inamovibles, se han colocado en una necesaria reconfiguración. Tal es el caso de ZONA MACO , el encuentro referente para América Latina que este 2021 busca la forma de seguirle el paso a esto que hemos resuelto llamar“nueva realidad”.
Casi a nadie le resultará exagerado si afirmamos que el 2020 ha sido el año más complicado para las artes. Cines, librerías museos, teatros y galerías permanecieron cerrados por meses y toda su cadena de valor paralizada, se vio arrojada a explorar, por lo general en el terreno digital, una forma de continuar conectando con sus espectadores. Las Ferias de Arte no fueron la excepción. Sin embargo para ellas, encuentros masivos y de extensión física considerable en la que durante varios días se exhibe y oferta el trabajo de artistas provenientes de diversas latitudes, el escenario virtual no ha representado una respuesta concreta.
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Muchas de ellas, entre las que se encuentran las más importantes del mundo como Art Basel o Frieze , cancelaron sus ediciones 2020 debido a la situación sanitaria. ZONA MACO, el encuentro de arte contemporáneo más grande de México y el de mayor importancia en el mercado de América Latina, apenas logró cerrar su edición en completa normalidad en los primero días del mes de febrero bajo el formato que ha planteado desde su origen; con gente inundando los pasillo del Centro Citi Banamex de la Ciudad de México, su sede desde 2004. Pero este año el panorama pinta un tanto distinto.
Vista general de la Feria de Arte Zona Maco. (Cortesía. )
El nacimiento y desarrollo de esta feria de arte coincide con el creciente interés y la configuración de una escena del arte contemporáneo en nuestro país. MACO nació en 2002 en la ciudad de Monterrey a iniciativa de la emprendedora y especialista en arte Zélika García . Dos años después se trasladó a la capital del país donde, no sólo se consolidó como el evento más importante de su tipo en América Latina, sino que comenzó a marcar el rumbo y la agenda del sector. Con el tiempo, se marcó en el calendario el primer fin de semana de febrero de cada año para celebrar algo que llegó a conocerse como la Semana del arte donde, a la par de la Feria, galerías y museos programaban actividades de interés para los espectadores. También surgieron eventos satélite como Material Art Fair y Salón Acme , cada uno con espíritus y vocaciones distintas pero que se desarrollaban en estos días. Como resultado se estableció una especie de circuito que todo coleccionista, potencial comprador, amante o simple curioso se aventura a recorrer.
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VUELVE LA VIDA CULTURAL
Pero hoy las medidas de sanidad que recomiendan evitar los eventos en espacios cerrados y concurridos y un plan de vacunación que va más lento de lo esperado, ha roto este recorrido. Material Art Fair, enfocada en galerías de corte independiente y que se desarrollaba en el emblemático edificio art deco del Frontón México, se aplazó hasta el 2022, mientras que Salón Acme que se desplegaba en la casona en ruinas de General Prim 30-32 en la colonia Juárez, apuesta por que en septiembre la pandemia permita que se lleve a cabo su exhibición que es resultado de una convocatoria abierta.
Proyectos Monclova en la edición 2020 de Zona Maco. (Cortesía. )
Pero la apuesta de ZONA MACO es a recuperar la vitalidad cultural en la Ciudad de México. Para entender su plan de supervivencia platicamos con Juan Canela, su director artístico. El experimentado y reconocido curador, reconoce que ha sido un año complejo en donde se ha hecho necesario leer el presente y entender el mejor escenario posible para esta feria. “Creemos que hay algo en el evento físico y en el estar presente que es insustituible. Estar delante de la obra, entenderla, tener una charla con el artista o con el galerista; todo lo que se genera a través de este encuentro, son cosas que son muy difíciles de reemplazar con la parte digital”, relata.
Tras meses de charlas y discusiones internas, decidieron que la feria, tal y como la conocemos, debía pasar al mes de febrero del próximo año, pero que no podían dejar que 2021 pasase desapercibido. Fue entonces que surgió la idea de Semana del arte que ocurrirá del 27 de abril al 2 de mayo en diferentes galerías de la Ciudad de México que, en algunos casos, colaborarán con otras de ciudades como Guadalajara, Monterrey o San Miguel de Allende para presentar una propuesta conjunta.
Kurimanzutto en Zona Maco 2020.(Cortesía. )
La idea plantea una especie de circuito extenso que deslocaliza el punto de interés y lo despliega por diversos puntos de la capital mexicana; lo cual, piensa Canela, permite encontrarse con la ciudad de otra manera y poner en valor los proyectos de cada galería. De forma paralela se desarrollará ZONA MACO Patio, un programa curado por la cubana Direlia Lazo y por la colombiana Catalina Lozano y que consiste en un despliegue de piezas seleccionadas a través de una convocatoria pública, en el espacio público.
Respecto a estos dos eventos paralelos, Juan Canela rescata dos ideas: “me quedaría con ese espíritu de colaboración y de trabajo conjunto de los galeristas y artistas mexicanos y con la posibilidad abierta del espacio público, cuando sacas la obra fuera, es ponerla en contacto con un público que se las va a encontrar”.
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IDEAS QUE LLEGARON PARA QUEDARSE
Las grandes ferias del mundo han buscado estrategias para permanecer en medio de las condiciones dictadas por la pandemia. Art Basel Hong Kong, Frieze Nueva York y Arco Lisboa se celebraron en línea. En junio, Art Basel de Basile, la cita europea más importante del mercado del arte, celebró su edición número 50 con más de 280 galerías de 35 países y cerca de 4 mil obras que envez que lucirse en las ya clásicas mamparas de un blanco impoluto, estuvieron colgadas en una plataforma desarrollada para exhibirse a través de fotografías y vídeos.
Otro ejemplo de estas adecuaciones fue la barcelonesa SWAB que, para su edición número 13 que tuvo lugar a mediados de octubre, dotó a sus “visitantes” de una aplicación tridimensional que, al descargarla y activarla en dispositivos móviles, permitía recorrer una versión digital de los pabellones. En una experiencia cercana a la del videojuego, poder recorrer los stand, hacer acercamientos detallados de las obras, entrar a los detalles de la pieza y quizás, concretar una compra vía Whatsapp.
Zona Maco 2020(Cortesía )
Si bien los entornos digitales ya llevan algunos años coqueteando con el mercado y el mundo del arte, la experiencia presencial sigue configurando una parte esencial de su proceso. No solo en el terreno que tiene que ver propiamente con lo artístico, sino también con el tamaño de las ventas. Lo cierto es que la pandemia aceleró la introducción de las Online Viewing Rooms (OVR) como un nuevo ingrediente en la exhibición del arte.
Entonces, ¿cuál será el futuro de las ferias de arte contemporáneo? De vuelta a nuestra conversación con Juan Canela, el curador piensa que es difícil hacer cualquier tipo de predicción porque todas las que han hecho, las han visto superadas de un momento a otro. “Hay cosas que han llegado para quedarse. En ese sentido, creo que el mayor reto de este año es entender cómo los formatos van a ir cambiando y adaptándose a unos tiempos que nos han desbordado por todas partes y nos están poniendo desafíos bien grandes”.
