Sonido. Música y el bullicio de un concierto. Luego silencios, zumbidos y también la interferencia de un aparato médico haciendo esfuerzos por volver a Ruben a la “normalidad”. La experiencia sonora en ‘Sound of metal’, aunque parezca una obviedad, intenta que el espectador atraviese la misma desesperación y crisis existencial que experimenta este baterista de una banda de metal y ex adicto a la heroína cuando abruptamente pierda el sentido del odio.
Pero enfocarnos en los logros técnicos del sonido que, dicho sea de paso, son ejecutados por los mexicanos Carlos Cortés, Jaime Baksht y Michelle Couttolenc junto a Nicolas Becker y Phillip Bladh, será limitar los aciertos del filme de Darius Marden .