Una distopía en la que los menos favorecidos de la sociedad arremeten contra esos pocos privilegiados desatando un ambiente de hostilidad e ingobernabilidad.La película del mexicanoMichel Franco, Nuevo Orden, ha llamado la atención por su crudeza de quienes la han visto ya en su estreno mundial como parte de la selección oficial de la edición 77 del Festival Internacional de Cine de Venecia.
En esta cinta, la única representante latinoamericana en el grupo de aquellas con posibilidades de alzar el León de Oro este año, el director interpela al espectador ante una serie de imágenes que encarnan, quizá de una forma extrema, los conflictos más subterráneos de la sociedad: aquella batalla que libran los pobres y los ricos.
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Quizá uno de los tópicos más recurridos en el cine nacional, esa contraposición de los extremos sociales: ricos y pobres.Sin embargo, Franco al abordarlo de la distopía, toma una distancia significativa de ese planteamiento a veces maniqueo.
Me llamaba la atención hacer justamente una película sobre la gran escala del conflicto.
Michel Franco
Semanas antes de su estreno mundial en Venecia, el director comentó a Quién, que esta película la escribió 4 años atrás y fue filmada hace 18 meses aproximadamente. Es decir, fue concebida mucho antes del movimiento de los chalecos amarillos en Francia, las protestas antiracistas en Estados Unidos, los estallidos sociales en Chile o Hong Kong e, incluso, antes del estallido de la pandemia.
Con el año tan particularmente complejo para la industria del cine, justo a raíz de la crisis sanitaria del nuevo coronavirus, el cineasta concluye que, de haberse tratado de alguna de sus cinco películas anteriores hubiese resuelto guardarla y no estrenarla sino hasta un mejor momento. "En la película no se habla de una pandemia pero si hay muchas cuestiones que saben a lo que estamos viviendo", asegura.
El pulso que toma la película de Franco a la sociedad se siente tan oportuno y vivo en relación al estado de la actualidad. "Tampoco es una sorpresa que el mundo esté donde está", reflexiona el cineasta de 41 años. "La pandemia sólo ha remarcado las diferencias sociales y ha acentuado el rencor social que ya existía".
Frente a los medios de comunicación ya en Venecia, Michel Franco aseguró que su película es una advertencia de lo que podría pasar: "Para mí es un modo de pedir que no se llegue a ese punto".
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El mismo cineasta asegura que este es su proyecto más ambicioso, tanto en la escala como en la narrativa. Distinto al resto de sus filmes hay una fuerte presencia de sonido y efectos visuales. "Me llamaba la atención hacer justamente una película sobre la gran escala del conflicto. No es que quería hacer una película grande por filmar algo más ambicioso, el reto de filmar una película mucho más grande y con más personajes partió de la necesidad de hacer esta alerta".
A pesar de esto, Michel Franco asegura que es legible su sello en Nuevo Orden.Prueba de ello, dice, es que están sus actores consentidos: Mónica del Carmen, presente en la mitad de su filmografía, y Dario Yazbek Bernal, quien actuó en su ópera prima Daniel y Ana. A esta experiencia se suman Naian González Norvind, Fernando Cuautle y Diego Bonetapara quien esta cinta representa su debut en el cine mexicano.
De ganar el León de Oro, máximo galardón que otorga el Festival Internacional de Cine de Venecia, Nuevo Orden se convertiría en la tercera película latinoamericana en recibir este premio y la segunda mexicanadespués de que Roma de Alfonso Cuarón consiguiera este premio en 2018.