Guillermo Arriaga: "Estoy obsesionado con la vida"

Cuéntanos, ¿cómo te sentiste cuando te avisaron que ganaste el premio Alfaguara?
Fue una enorme alegría. A decir verdad, no me lo esperaba. Me encontraba en un rancho en un lugar remoto y donde no hay señal de celular. A las tres y media de la mañana, preso de insomnio, me entró una llamada de España. Raro que sucediera en ese lugar distante. Era Pilar Reyes, directora editorial de Penguin/Random House en España. "Buenos días, Guillermo", me dijo, "te paso a Juan Villoro, presidente del jurado". Juan me soltó un hermoso discurso que no pude escuchar. Al finalizar me dijo: "¿me escuchaste?". Para eso, ya me había salido del cuarto en ropa interior de lana, a cinco grados bajo cero. Le respondí que no. "Bueno, Guillermo, ganaste el premio Alfaguara, te paso al resto del jurado". Cada uno me felicitó y me aclararon que había ganado por unanimidad. No pude estar más feliz. Desperté a mi hija Mariana, a Sergio Avilés mi hermano y al doctor Enríquez y Yolanda, su esposa, mis anfitriones. Celebramos dando de brincos a las cuatro de la madrugada.

¿Por qué el nombre de “Salvar el fuego”?
Originalmente se llamaba "El león detrás del cristal". Pilar y el jurado consideraron que era un título fallido. Me dieron cinco minutos para cambiarlo y el jurado propuso "Salvar el fuego", lo acepté de inmediato. El nombre deriva del epígrafe de Jean Cocteau: "si su casa se incendiara, ¿qué salvaría? Salvaría el fuego". Creo que el título resume mejor la novela y ha funcionado muy bien.

Mucha gente no sabe que después de haber ganado el premio, todavía hiciste algunos cambios, por ejemplo el hecho de que quitaste páginas, etcétera, por eso tu libro salió a la venta en marzo. ¿Qué tanto se vio afectado el lanzamiento por la pandemia?
Una gira promocional por varios países de habla hispana es parte del premio. Tenía planeado recibir el premio en Madrid el 19 de marzo y a partir de ahí, viajaría a Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Guatemala, Estados Unidos, etc. La pandemia nos hizo replantearnos la promoción. Hice una presentación del libro en Twitter que ha sido la presentación más exitosa de la historia y lleva cerca de 180 mil vistas. El 12 de agosto haré una presentación virtual en compañía de Lydia Cacho, Xavier Velasco, Chema Yazpik y Kate del Castillo. Después de esta haré presentaciones virtuales en todos los países. En esta pandemia 650 entrevistas, aproximadamente 100 en vivos e infinidad de zooms con clubs de lectura, como los tuyos. Así es que estoy muy contento.

¿Cuándo y cómo empezaste a escribir?
A los 9 años empecé a escribirle cartas a las niñas que me gustaban. Como era de una timidez brutal, elegí la palabra escrita como mi medio de expresión. Además, con un severo trastorno del déficit de atención, me percaté que por escrito podía ordenar y expresar mejor mis pensamientos y mis sentimientos. En secundaria, la materia de teatro era obligatoria. No solo debíamos leer textos clásicos sino montarlos y actuarlos. A los catorce decidí escribir mi propia obra, que ensayamos por varios meses y que no se montó porque el grupo exigió que cambiara el final y me negué.

¿Qué dijeron tus papás cuando les dijiste que te querías dedicar a escribir?
Gocé de la inmensa suerte de tener unos padres que me apoyaron siempre, me impulsaron a que me dedicara a lo que quería y que no me preocupara por lo económico, que tarde o temprano podría vivir de escribir y así ha sucedido hasta ahora.

¿Cómo es tu proceso de escritura y cuáles son tus autores favoritos?
Empiezo a escribir de un argumento muy escueto, sin plan, sin saber el final, sin estructura. Realmente no sé hacia donde va la historia y la voy descubriendo poco a poco, como si los personajes me dictaran la novela. Creo que Shakespeare es un escritor brutal, también me gustan Rulfo, Borges, Stendhal, Dostoyevki, Martín Luis Guzmán. "El sonido y la furia" de Faulkner y "Hamlet" y "Macbeth" de Shakespeare, son quizás, los libros que más han influido en mi obra.

Leyendo tus libros o viendo tus películas pareciera que estás obsesionado con la muerte.
No, estoy obsesionado con la vida que es muy diferente. No podemos aprender el sentido pleno de la vida sin un sentido de su finitud.

Para terminar, dime ¿qué comentario te han hecho de Salvar el fuego que se te haya quedado grabado?
Quizás el comentario más halagador que me han hecho y que por fortuna me lo han dicho varias veces, es que sufrieron un duelo de libro después de terminar de leer Salvar el fuego.